El miedo se apodera de quienes están a punto de experimetnar su primer contacto sexual.
¿Cómo te imaginas tu primera vez?, ¿caótica, llena de amor, o como nos la han hecho imaginar las películas de Hollywood?.
El primer contacto sexual está lleno de fantasías y mitos, los que nos platican y los que creamos nosotros (as) mismos (as). Es muy importante que lleguemos a ese momento con la información básica y los elementos necesarios para lograr un primer gran encuentro. Hablemos pues, en voz alta, de lo que puede inquietarnos.
Miedo
Dicen que se siente mucho miedo. Claro, hombres y mujeres llegamos a sentir miedo de enfrentarnos a algo que desconocemos.
Nos da miedo no quedar bien con la pareja, nos entran dudas sobre si a nuestro cuerpo le gustará, temblamos nada más de pensar en qué tenemos que decir, cómo tenemos que actuar. ¿y si se nota que tengo miedo?
Lo mejor es aceptarlo, el miedo es un elemento vital para la supervivencia, y una característica de los debutantes. Una buena idea sería que ambos miembros de la pareja se dieran la oportunidad de hablar de sus propios miedos, así descubrirán que se encuentran en las mismas condiciones.
Dolor y placer
Dicen que duele muchísimo. Esta es una sentencia básicamente dirigida a las mujeres a las que se les hace creer que antes del placer está el dolor. Lo que pasa es que muchas chicas se enfrentan a este momento importante llenas de temor, se ponen muy rígidas y olvidan algunas ideas que podrían suavizar el momento.
Es fundamental que nuestra primera vez sea voluntaria y con la persona que nosotros deseamos. Nadie debe forzarnos, nadie tiene derecho a obligarnos a hacer lo que no queremos. Después sería muy bueno considerar algún método anticonceptivo, ya sea oral o de barrera, con esto quiero decir, pastillas o condón. La certeza de estar protegidas aligera mucho la tensión.
El juego previo es un paso necesario para que nuestro cuerpo se vaya preparando para recibir al otro . Si se intenta una penetración acelerada, en seco, dolerá mucho tanto a ella como a él. Tómense su tiempo, prolonguen todo lo que sea posible la sesión de caricias, besos y arrumacos, son infalibles.
¿Embarazo a la primera?
Dicen que la primera vez no puede haber embarazo. Falso, desde el primer contacto existe la posibilidad de un embarazo. Algunos piensan que eyaculando fuera del cuerpo femenino pueden evitarlo pero no es cierto (¿cuántos comentan después, pero si nada más fue la puntita?).
Recuerden que los espermatozoides "liberados" no se detendrán hasta llegar a su objetivo, la fecundación del óvulo. Por ello es muy importante considerar la protección. Los varones pueden ensayar en casa cómo ponerse el condón, buscar la marca que más les satisfaga, jugar a colocárselo con una mano, con la luz apagada, a media luz, todo lo que sea necesario para llegar protegidos a esa ocasión tan especial.
Por su parte, las mujeres podrían investigar sobre el uso de los diferentes métodos anticonceptivos, los orales de bajas dosis, el condón femenino y todo lo que las ayude a evitar un embarazo no deseado. El uso del preservativo es necesario, ya que además de impedir embarazos nos ayuda a prevenir las infecciones de transmisión sexual.
El placer 100%
Dicen que el orgasmo no llegará en esa ocasión. Casi todos (as) los (as) jóvenes han experimentado el autoerotismo o masturbación, así que conocen muchas partes de su cuerpo y lo que necesita para ser estimulado. No se preocupen por el orgasmo, ocúpense de sentir y eso ira construyendo el camino hacia el gran placer.
Por ahí leí una vez una frase que decía: "El orgasmo es de quien lo trabaja". Con esto quiero decir que él no es el responsable del clímax femenino, ni ella del masculino, el verdadero secreto está en compartirnos, pero siendo cada uno responsable de su sentir.
Dicen que llega de sorpresa. Aquí hay muchas variantes. Sé de algunos para los que llegó en el momento menos esperado, pero sé de la experiencia de otros que lo planearon y buscaron el mejor lugar y las mejores condiciones para hacerlo.
Para algunos fue en la sala de su casa, en el coche, o en el estacionamiento afuera de la disco; pero los hay que arreglaron el espacio elegido con velas y luces indirectas, en fin, cada quien va construyendo su propio camino.
Marca de por vida
Dicen que la primera vez te marca para siempre. En la vida tendremos muchas primeras veces y muchas segundas y terceras para corregir. Si en tu primer encuentro el galán fue muy brusco, no quiere decir que todos los chicos del mundo lo sean. Si tu primera vez fue con una mujer que no logró el orgasmo, no quiere decir que todas sean iguales. La primera vez es un momento importante en nuestra vida sexual pero, por suerte, no es el único. Como en todo, la práctica hace al maestro.
Otras sugerencias
La higiene es altamente recomendable para esta y todas las ocasiones en que queramos tener contacto íntimo con nuestra pareja.
No me refiero a esa enajenante limpieza que sugieren algunos productos, sobre todo femeninos, que supuestamente sirven para acabar con los olores indeseables. No. Los genitales tanto femeninos como masculinos tienen un olor propio, huelen a genitales.
La mala educación sexual nos ha llevado a creer que esos olores son malos y que hay que acabar con ellos mediante el uso de desodorantes y lavados vaginales. No gastes tu tiempo ni tu dinero, nada es mejor que el agua y el jabón tanto para ella como para él. El olor de nuestros genitales limpios es muy seductor.
En nuestro país, en promedio, los hombres inician su vida sexual alrededor de los 14 y 15 años; las mujeres entre los 16 y los 17. Pero la mejor edad es cuando tú sientes que estás listo (a), cuando tu encuentras a la persona con la que tienes la suficiente confianza como para dar este paso.
Es muy común entre los varones, presionarse unos a otros para "estrenarse" con quien sea y a como dé lugar, y aunque muchos no lo crean, hay varones que no se sienten listos. Insisto, el mejor momento es el que tú decides y la mejor persona la que tú eliges. Las mujeres somos un poco más selectivas, pero con la amenaza de que si pierdes la virginidad, has perdido todo. Me parece que ya es tiempo de reflexionar en que nuestro valor como personas, como seres humanos, no está ni en el himen, ni mucho menos en el tamaño del pene. Los y las jóvenes tienen como su verdadero gran valor, un cuerpo entero con todo y su corazón.