Mientras investigadores de Veterinaria de la Universidad Autónoma de México sugieren el sacrificio como solución final a la sobrepoblación de perros callejeros, dedefensores de los derechos de los animales consideran que el remedio es la esterilización.
José Luis Rodríguez, presidente de la Asociación para la Protección de Animales de Tres Arroyos, Argentina, discrepa al igual que otros organismos de la salida que ofrece la UNAM con relación a la proliferación de canes: la muerte.
Rodríguez, a través del correo electrónico, señala a El Siglo de Durango que una universidad es el máximo ámbito de ciencia de un país, y por lo tanto lleva implícita la defensa de la vida. Una institución de este nivel que se manifiesta en favor de la muerte ha perdido toda su esencia y ética. Por otra parte, la "solución final" que proponen es la misma del genocida Hitler.
El método criminal propuesto por la UNAM es sabido en todo el mundo que no es la forma de controlar la población canina. Durante décadas se ha venido aplicando este cruel procedimiento y los resultados están a la vista, añade el argentino.
El único método efectivo y ético es la esterilización quirúrigica: cada perra operada evitará al menos ocho mil descendientes. Los resultados son sumamente rápidos, duraderos y económicos.
No es posible que las autoridades mexicanas sigan siendo conocidas en el mundo por su persistente adicción a las matanzas, cuando ya saben cuál es el camino correcto.
?No es posible que la Universidad Nacional Autónoma de México, sabiendo que compartimos el 80 por ciento de los genes con el perro y su inteligencia equivale a la de un niño de dos años, apoye estos actos criminales?, concluye Rodríguez.
Manifestaciones similares expresan Flavia Dossio y Ana Cecilia del Río de Argentina; Ana María Alcavar, de Ecuador; Tamara Kreimerman, del Distrito Federal; así como Grace Pons, de Barcelona, España, que repudia el holocausto de perros y gatos registrado en El Salto.
