EFE
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Con el recuerdo aún fresco del ?taquillazo? que tuvo La Pasión (The Passion of the Christ), Hollywood quiere recuperarse del bache económico de 2005 y acude al fervor religioso de su público con estrenos como el de Las Crónicas de Narnia (The Chronicles of Narnia).
En apariencia, la adaptación del primer libro de la serie literaria de C. S. Lewis es una nueva aventura fantástica de corte épico dirigida a esa juventud que hizo un éxito de las sagas de El Señor de los Anillos o Harry Potter.
Sin embargo, el filme es la mejor muestra de la última cruzada de Hollywood para sacar dinero: apelar a los valores morales de esos espectadores en busca de un cine familiar sin sexo ni violencia.
?Podemos hablar de un AG/DG, antes de Gibson y después de Gibson?, declaró el productor italiano Lorenzo Minoli en referencia al actor y director de The Passion of the Christ, Mel Gibson.
Minoli es el autor de Have No Fear: The Life of Pope John Paul II (Sin Temor: La Vida del Papa Juan Pablo II), una de las tres biografías del fallecido Pontífice estrenadas este año en la pequeña pantalla estadounidense.
Ahora es el turno religioso de la gran pantalla con el estreno de The Chronicles of Narnia: The Lion, The Witch, and The Wardrobe.
Aunque el cuento pertenece al género de aventuras fantásticas, donde cuatro niños británicos entran en una realidad paralela llamada Narnia, la obra cuenta con el toque religioso de los escritos de Lewis con un león dispuesto a redimir con su muerte los pecados ?del hijo de Adán y Eva?.
?Creo que es muy exagerado considerar Narnia como una película religiosa?, se defendió en la prensa su protagonista, la actriz Tilda Swinton, que se declara aconfesional. Sin embargo la obra narrativa del teólogo británico coetáneo de J.R.R. Tolkien, autor de la trilogía de ficción El Señor de los Anillos, parece la mejor inspiración para llevar al cine a los que el año pasado llenaron las salas con La Pasión de Cristo.
De hecho, grupos evangélicos cristianos en Estados Unidos han descrito el filme como ?la pasión contada a los niños?. Sin dejar fuera al resto del público, los estudios Disney han dejado claro su interés en ganarse a ese colectivo cristiano que dejó más de 370 millones de dólares en la taquilla estadounidense con la película de Gibson.
Con un presupuesto de producción de 180 millones de dólares, Las crónicas de Narnia ha sumado unos 120 millones de dólares en distribución y publicidad.
Según Richard Cook, presidente de los estudios Disney, de ese presupuesto sólo un cinco por ciento ha estado dedicado a llevar el mensaje de Narnia a los grupos religiosos. Sin embargo, esa pequeña cantidad es más que efectiva gracias a la ayuda de la compañía de publicidad Motive Marketing, encargada del boca a boca que se ganó el interés del público religioso en el caso de La pasión de Cristo. El estreno de Las Crónicas de Narnia se vio precedido por preestrenos como el que tuvo lugar en el condado de Orange (California) donde la iglesia Saddleback compró 20,000 entradas para sus feligreses.
Los estudios Disney regalaron cientos de miles de entradas previas de Las Crónicas de Narnia entre diferentes parroquias y grupos religiosos para captar su interés.
Se trata de una operación que cuenta con todo el apoyo del coproductor de la cinta, el millonario Philip Anschutz, magnate de la prensa y el petróleo y quien además posee la mayor cadena de cines en Estados Unidos.
La meta de Anschutz es demostrarle a Hollywood que no es necesario el sexo o la violencia para sacar dinero de la taquilla.
La prueba la tendrá tras este estreno, del que la prensa especializada espera una recaudación que supere los 50 millones durante el fin de semana.
Anschutz cuenta ya con los derechos para llevar al cine las siete novelas que componen la serie de Narnia.
Los estudios Disney y la compañía de producción de Anschutz, Walden Media, ya tienen planes para llevar el segundo libro, Prince Caspian, a la pantalla probablemente para su estreno en las navidades de 2007.