LA SEGUNDA ÉPOCA DE LA LAGUNA
Una gran dama de puro linaje lagunero representa esta segunda etapa de La Laguna de Coahuila, una región predestinada al trabajo productivo y al progreso; no tuvo descendencia, pero son sus hijos muchos pueblos y muchas transformaciones socioeconómicas que hicieron de esta región la más progresista de la Nación.
A raíz del triunfo liberal en nuestro país el Gobernador y Comandante General del Estado, ordenó la confiscación de todos los bienes heredados por la señora Zuloaga, bajo el cargo de connivencia (complicidad) con los enemigos de la Nación.
Acudió a México a enfrentarse a los cargos y a defender sus propiedades y habiendo sido oída en justicia, el presidente don Benito Juárez decretó y ordenó el 24 de diciembre de 1867, que hiciera cumplir el ministro de Hacienda don José María Iglesias la devolución de sus bienes según el resumen siguiente: anulado el cargo de infidencia (falta de fidelidad a la patria) se ordena que sean devueltos a usted, los bienes que se encuentran secuestrados excepto El Valle del Sobaco y los 16 sitios de ganado mayor que corresponde a la Villa de Matamoros. La Hacienda de San Lorenzo de Parras, Los Hornos y la porción de la Hacienda de San Lorenzo de la Laguna volvieron a su legítima dueña.
EL TORREÓN
Una vez recuperadas sus propiedades, la señora Zuloaga se aplicó a reorganizarlas, para ello elaboró un cuidadoso sistema de administración. Nombró administrador general al señor don Mateo de Lapatza; para solventar todos los gastos de reconstrucción de su heredad, comenzó sus trabajos con el rancho del Torreón, aquél nació en la Presa del Carrizal que habiendo sido destruida por una crecida del río, volvió a ser construida 100 metros atrás, con inmejorable material y magnífica maquinaria (ahí donde el Dr. Manuel Terán Lira con su amor por nuestra tierra, creó el Museo de la Revolución en nuestros días).
Se nombró administrador de la presa a don Florencio Madariaga. Se construyó junto a la presa una cuadra de 100 varas por lado con un Torreón en la esquina sureste (por lo que desde entonces se le conocía como la Presa del Torreón), junto a él estaban los jacales de los primeros pobladores del rancho naciente, los de los cuatro hermanos Peralta: Guadalupe, Melquiades, Serafín y Natividad y un primo de ellos llamado también Guadalupe, todos originarios de Cuencamé y de un jarciero apellidado Romero. El cuatro de septiembre de 1868, una nueva crecida de río se llevó al Torreón y los jacales; posteriormente se construyó el Torreón en el lugar que ahora ocupa en la plaza conmemorativa que todos conocemos. Los pobladores se cambiaron más al sur entre los tajos de La Joya y de La Perla.
Alrededor del nuevo Torreón el rancho comenzó a crecer y en 1868 según padrón levantado por don Fernando González hermano del Coronel Carlos González Montes de Oca, el rancho tenía 98 familias con 252 habitantes. Debido a su crecimiento al rancho del Torreón se le dio jurisdicción y sus límites fueron: al sur la Sierra de las Noas; al norte el Río Nazas y al oriente Matamoros.
Para todas sus acciones empresariales, la señora Zuloaga abrió cuenta financiera en Saltillo con don Guillermo Purcell y don Juan F O?Sullivan a quienes luego tuvo que hipotecar el rancho del Torreón el 25 de agosto de 1870, hizo un fuerte préstamo a Agustín Gutrell y compañía, de México, D.F. que como garantía recibió a San Antonio del Coyote y anexos, finalmente la casa Rapp Sommer y compañía sucesora de don Agustín Gutrell, compró en 220 mil pesos la Hacienda de San Antonio del Coyote y sus anexos: Solima, Hormiguero, Guadalupe, Purísima, Granada, Solís y el Torreón que comprendía este último El Tajito, San Luis y San Antonio de los Bravos; la vendedora recibió 85 mil pesos y el resto fue para cancelar la cuenta.
