En esta columna dominical mi intención es compartir con usted, querido lector, mis lecturas de las obras de nuestros historiadores más ilustres, buscando siempre la verdad de nuestra región; en esta ocasión para este tema, quiero recomendar especialmente la lectura del libro del contador Gildardo Contreras Palacios titulado Matamoros de La Laguna Notas Sobre su Origen y Fundación.
Hagamos primero breve historia de nuestra región: Fray Pedro de Espinareda en 1567, descubre esta región a donde en 1569, enviados por Martín López de Ibarra Gobernador de la Nueva Vizcaya, llegan los primeros conquistadores al Oasis Paradisiaco que llaman Valle del Pirineo y después Santa María de las Parras.
En 1578, llega el joven Francisco de Urdiñola y pasa a ser su propiedad, para su colonización, en 1591, trae población tlaxcalteca, ?Los indios madrineros?; esfuerzo español que buscaba civilizar a los naturales chichimecas de la región. La labor santa de Fray Agustín de Espinosa y sus misioneros jesuitas fue inútil y finalmente desaparecieron esos grupos humanos primitivos de La Laguna.
Los tlaxcaltecas, un pueblo con cultura propia y con historia y orgullo guerrero, floreció en estas tierras bajo la dirección sabia jesuita. Fue la base para poblar esta región, primero Parras, luego Santa Ana de los Hornos en 1599 a 15 leguas de Parras, luego el Santiago del Álamo (hoy Viesca) en 1731 y otras múltiples rancherías.
Los tlaxcaltecas acostumbrados desde siempre a pelear por sus derechos contra españoles y criollos ya que desde el primer Virrey de Velasco se les designó Señores con derechos iguales a los de los conquistadores.
Una vez muerto don Francisco de Urdiñola, su hija doña Isabel, fue la principal heredera con residencial en Parras donde construyó su famosa ?caja de agua? causa de múltiples problemas legales. La ?come hombres? Isabel, se casó por cuarta vez con don Gaspar de Alvear y Salazar aumentando notablemente sus posiciones, base del futuro marquesado de San Miguel de Aguayo. Por cierto doña Isabel trajo los primeros esclavos negros a La Laguna y en 1630 doña Isabel de Urdiñola poseía 32 esclavos, don Gaspar de Alvear su esposo poseía seis esclavos que en realidad eran de ella; el capitán Francisco Gutiérrez Barrientos, tenía 20 esclavos, Pedro de Maya tenía cinco negritos, Diego de Castañeda cinco esclavos, doña María de Cárdenas y el capitán Juan Vargas un esclavo cada uno. Estos 70 esclavos fueron el origen del afromestizaje primero, de la región de Parras.
Las descendientes de Urdiñola sólo tuvieron hijas en su descendencia. Una nieta del capitán de Urdiñola, viuda y sin hijos, en 1669, se casó con don Agustín de Echeverz y Suviza, un joven inmigrante que posteriormente en 1682 obtuvo el título de Marqués de San Miguel de Aguayo. Sus posesiones enormes que llegaron a ser de 14 millones de hectáreas tuvieron que venderlas en 1818 por mal manejo a los hermanos: licenciado Carlos Sánchez Navarro, Jacobo Sánchez Navarro y su madre doña Apolonia Barain de Sánchez. En 1848, parte de este marquesado, la enorme hacienda de San Lorenzo de La Laguna, estaba en venta.
Durante su posesión los marqueses de San Miguel de Aguayo y sus descendientes tuvieron abandonadas prácticamente estas tierras hasta la llegada en 1848 de don Leonardo Zuloaga y don Juan Ignacio Jiménez. (Continuará).
