El 15 de octubre en San Antonio del Coyote los campesinos laguneros se volvieron a enfrentar a las fuerzas del Gobierno Estatal y las derrotó. A partir de entonces todos los campesinos laguneros se levantaron en armas y reconocieron a Jesús González Herrera como su jefe quien hizo su cuartel en la Hacienda de Hornos (recuerdo de su infancia).
Las tropas del gobierno posteriormente, en San Sebastián, en 1864, infringieron una derrota a González Herrera. Los matamorenses tenían una finalidad y ya la habían conseguido en su mayor parte y poco a poco regresaron a la calma y a sus hogares, no así González Herrera que continuando el desorden llevaba al pueblo al hambre y a la miseria.
El 14 de febrero de 1864 en Monterrey fue el rompimiento de Juárez y Viduarri, el cual se unió a Maximiliano. Al visitarlo Zuloaga, tuvieron un altercado severo que hizo enfermar gravemente a este último y después fue trasladado a Parras donde murió.
El presidente Juárez en su huida al norte llegó a Viesca donde lo recibió en su casa González Herrera que se convirtió en su escolta personal, gesto que agradeció el presidente y que nunca lo olvidó.
El cinco de marzo declaró Jefe del mando Militar al general parrense don Andrés S. Viesca.
En Parras, el 28 de agosto de 1864, dotó a los matamorenses de sus tierras, 40 mil hectáreas en total. En su visita a Viesca, visitó también El Gatuño que se dice aconsejó cambiar el nombre por Congregación Hidalgo ahí encomendó a don Juan de la Cruz Borrego la custodia de los archivos de la nación que se mantuvo de 1864 a 1867 en la Cueva del Tabaco. Esta custodia costó la vida de algunos matamorenses patriotas.
Por el vado del rancho de Torreón, pasó a tierras duranguenses, en Santa Rosa lo esperaba el general Patoni; se dirigió a Mapimí donde el ocho de septiembre de 1864 expidió el decreto en que le daba categoría de Villa a Matamoros con el nombre de La Laguna de Matamoros.
