Londres, (EFE).- La "nutrigenómica" anuncia un nuevo camino en el tratamiento de muchas enfermedades crónicas evitando la cirugía y los efectos secundarios de muchos medicamentos, según el catedrático de la Universidad de Liverpool John Innes.
En una rueda de prensa Innes explicó que la interacción de algunas sustancias alimenticias con el genoma humano y animal puede aliviar o frenar el progreso de muchas enfermedades genéticas.
"Sabemos que el paso de un estado de salud a uno de enfermedad se produce a través de cambios en la expresión de los genes, sobre los que se puede influir con la ingesta de ciertos nutrientes", explicó el catedrático.
La "nutrigenómica" está empezando a ser utilizada para tratar como el cáncer o la osteoartritis canina, y sus buenos resultados abren nuevos caminos para el estudio del tratamiento en humanos, pues el hombre y el perro comparten el 75 por ciento de los genes y padecen enfermedades genéticas, como el cáncer.
"Mi trabajo con la genética canina y humana ha demostrado que el estudio de enfermedades comunes caninas nos da información de vital importancia" sobre el modo en el que se pueden tratar esos males en los humanos, explicó David Sargan, experto del Centro Veterinario de la Universidad inglesa de Cambridge.
Innes y Sargan presentaron junto a otros expertos en nutrición y genética un nuevo tratamiento basado en la "nutrigenómica" que ya ha demostrado ser eficaz en perros al aliviar y frenar los síntomas de la osteoartritis canina.
Se trata de un producto, elaborado por la empresa de alimentación animal Hill's Pet Nutrition, que contiene el nutriente EPA (ácido eicosapentaenoico) y ha demostrado poder alterar la actividad de una enzima que produce la degeneración del cartílago.
Una dieta enriquecida en EPA ayuda a mejorar la movilidad y la salud articular en los perros, según demostraron estudios clínicos con los que se probó el producto.
