San Francisco (EU), (EFE).- La industria del porno tiene la vista puesta en la telefonía móvil, un sector que ya se prepara para recibir lo inevitable con un sistema de clasificación de contenidos similar al que se emplea para las películas.
Los móviles son discretos, accesibles y llegan a todas partes, características que los convierten en blanco perfecto de la industria pornográfica, que comienza a verlos como el próximo -y lucrativo- gran canal de distribución para su material.
Tal y como ya ha sucedido en Europa, la industria ya ha hecho avanzadillas en este país, a pesar de la oposición de quienes temen que los menores tengan fácil acceso al contenido porno en sus celulares y de los impulsores de la ola de "decencia" que desde hace algún tiempo vigila los movimientos de los medios de comunicación del país.
Los problemas técnicos son el otro gran escollo, ya que la imagen de los vídeos basados en internet suele dejar muchos que desear.
Esto no ha amedrentado a empresas como ohmobile.com o Xobile.com, que venden vídeo clips de dos minutos que pueden bajarse al teléfono móvil para verse en el momento o almacenarse para después.
El razonamiento de Harvey Kaplan, de Xobile.com, parece impecable: "la gente no va a comprar un celular capaz de visionar vídeo para ver un tráiler de una película de Disney", dijo Kaplan al "The New York Times".
"Pero sí se comprarán el teléfono si disponen de cinco minutos de tranquilidad para ver un vídeo sexualmente explícito", señala.
Desde que la compañía inició su andadura, el pasado mes de abril, cada mes ha añadido 6.000 clientes que pagan unos 44 centavos de dólar para ver el video en cuestión.
Muchos expertos están de acuerdo con Kaplan y creen que una vez mejore la capacidad técnica de los celulares y aparezca el sistema de clasificación, previsto para el año que viene, la pornografía aterrizará en los móviles con la misma fuerza con que lo hizo en Internet.