Se esfumó la posibilidad de que la gubernatura fuese ganada por un lagunero una vez más. De acuerdo a la encuesta que El Siglo de Torreón había publicado el domingo anterior a la elección, el profesor Humberto Moreira se alzó con la victoria por más de veinte puntos. También, y como ha venido sucediendo desde 1996 -casualmente con la victoria de Jorge Zermeño sobre Salomón Juan Marcos- El Siglo ha publicado en sus encuestas, proyecciones que han coincidido siempre con el triunfador a la alcaldía de Torreón, y en esta ocasión el resultado fue el mismo: la encuesta daba una ventaja de cinco puntos a José Ángel Pérez, a la postre ganador de los comicios constitucionales.
Así las cosas y con una ciudad en su mayoría entristecida en el ánimo político por la derrota del panista Zermeño (en Torreón, su victoria parcial fue sensiblemente mayor a la del propio Pérez), no queda otra cosa que ver para el futuro. Si bien la Iniciativa Privada lanza los primeros comentarios en el sentido que se debe tomar en cuenta a laguneros capaces para estar en el Gabinete del nuevo gobernador, hoy es tiempo de que Torreón se una fuera de cualquier tinte partidista y sepa como sociedad, ser un ente exigente que esté pendiente de que sea tratado tal y como se merece. Es destacable la campaña (aunque netamente electorera, de ahí hay que matizarla) de un “Gobernador Lagunero”, no por la intención de favorecer claramente al ex candidato albiazul, sino porque aun sabiendo que las perspectivas soplaban en contra, los creadores y patrocinadores de la campaña, con talento supieron ocupar un espacio en el sentir lagunero, desafiando al poder monopólico que el PRI mantiene en el estado.
Lo positivo y oportuno que se rescata de la campaña fue la capacidad de unión que hizo que Torreón opinase diferente a lo del resto de la entidad; por primera vez un candidato del PRI al Gobierno del Estado fue derrotado en La Perla de La Laguna, y aunque nuevamente el resultado electoral en este momento se debe dejar de lado, vale la pena reiterar los visos de unión que como comunidad estamos empezando a mostrar hacia fuera de nuestras fronteras municipales.
Hoy es como en todo cambio, la oportunidad de exigir a nuestras autoridades recién electas, se coordinen y se sometan al máximo escrutinio público, para que con resultados, devuelvan la confianza que las mayorías depositaron en ellas al sufragar a su favor, mientras tanto, la oportunidad está ahora de oro para que la propia ciudadanía, haga sentir su peso verdadero y sea un promotor activo de la constante búsqueda y desarrollo del bien común.
Crimen de
lesa humanidad
Las aguas industriales que durante años se han estado vertiendo al lecho seco del Río Nazas nos han acostumbrado a su presencia, por más que se ha señalado es un hecho que tendremos que vivir con ello. Sin embargo, antes por lo menos estaban a unos cientos de metros de la mancha urbana. Hoy esto ha cambiado, la porquería está a plena vista abajo del puente del Periférico y a los tres niveles de Gobierno parece importarles muy poco. Ojalá y Dios ampare a las instancias gubernamentales y empresas contaminantes, de que sus hijos nunca entren en contacto con semejante porquería.
