Un país como el de Guatemala donde el analfabetismo alcanza el 30 por ciento y parece ir en aumento, el nivel de vida es paupérrimo y el número de miserables avanza inexorable, comenzando por el desempleo que los mismos gobiernos corruptos de ese país han propiciado (cualquier parecido a México es mera coincidencia).
Nuestros encargados de migración reconocen que los ataques a los centroamericanos se da, tanto en los márgenes de los ríos y las fronteras del sur y parece ser más común en los medios de transporte como lo es el ferrocarril, donde como dicen los chavos ?los policías y encargados de migración se bañan?. En Saltillo, Coahuila, no hace mucho unos guardias de una empresa privada sin siquiera pertenecer a una corporación policiaca mataron a un guatemalteco e hirieron a otro, a decir de unos compañeros de estos cuerpos de seguridad ferrocarrilera, los guardias hacen apuestas a tirarles con armas de fuego a ?los moscas? con el tren en movimiento, otros indocumentados son detenidos con lujo de violencia dentro del tren y cuando el ferrocarril alcanza su máxima velocidad son arrojados, con la consecuencia de que algunos dejan parte de sus miembros en las vías, después los mismos guardias reportan como accidente, de esto hay prueba en algunas clínicas de Saltillo, Monclova, Sabinas y Piedras Negras, Coahuila. Entonces cómo podemos los mexicanos exigir a los gringos que a los connacionales se les trate bien, si nuestras autoridades de migración son o hacen oídos sordos al reclamo de los indocumentados de países centroamericanos. Los delegados en cualquier oficina de migración hablan muy bonito y dicen dar y respetar las garantías individuales de los que se aventuran a buscar mejor medio de vida, sin embargo en la mayoría de los casos las personas encargadas de las oficinas no están por preparación o por sus estudios, son simples agentes que en el Gobierno actual logran un puesto ?político? y desde su escritorio llevan declaraciones que están muy distantes de la realidad.
Cuando se trata del asunto migratorio con los ?Güeros del Norte?, nuestros cancilleres no opinan, sólo acatan como se ha demostrado en los últimos 70 años, ellos ponen las condiciones y dicen cuáles son las reglas. (En la última reunión celebrada en Waco, Texas, 22/03/05, Bush no tocó el tema migratorio). La cancillería de Relaciones Exteriores se convirtió en una simple agencia de gráficas y estadísticas y con decirnos que la remesa de los migrantes nacionales es la tercer entrada de dinero al país y que al año mueren más de 400 paisanos en el intento de llegar al sueño americano es todo. Sin embargo, en la frontera sur con Guatemala, entre sudamericanos y centroamericanos y del caribe se calcula según la Organización para Refugiados Centroamericanos y del Caribe (ORCyC), comisión a la que pertenece Rigoberta Menchú, mueren al año en la franja del miedo, la tierra sin dueño y el lugar de nadie, más de mil hermanos en un intento de llegar al otro río el Río Grande y cuyo único pecado de estos hombres mujeres y niños es haber nacido en un paraíso donde los tiranos siguen siendo dueños y señores de almas y vidas y no son capaces de fomentar programas que eleven la calidad de vida de esos lugares.
Mientras la globalización económica avanza en los foros internacionales y los gobiernos de los EU., México, El Salvador y Guatemala celebran glamorosas cenas, costosos protocolos y luminosos discursos sobre una reforma migratoria, los miles de hermanos libran un combate a muerte en la tierra de nadie, sólo por buscar en otras tierras lo que en sus lugares de orígenes no les puede dar la incompetente y corrupta administración de sus gobernantes. Correo electrónico: linga_1031@hotmail.com
