Sin hacer distinción de clase social, género u oficio, figuras del espectáculo ayudaron a la comunidad afectada.
SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Aquel 19 de septiembre de 1985 fue inolvidable para los mexicanos. Sin distinción de clase social, género u oficio la sociedad de este país se unió por primera vez para superar la tragedia del terremoto. Basta recordar, por ejemplo, que los jóvenes de las Lomas bajaron a remover escombros en las zonas más marginadas de la ciudad de México; o que el mismo Plácido Domingo el cual se encontraba en Chicago preparando el estreno de la ópera Otello, cuando se enteró.
En la Ciudad de México vivían sus padres, su hermana María José y varios tíos, primos y sobrinos. Nada más aterrizar en el aeropuerto Benito Juárez, Domingo se dirigió inmediatamente a Tlatelolco.
?Fui con mi cuñado Alfonso Fernández y con mi hijo José Domingo y con ellos durante tres semanas estuvimos intentando rescatar gente de los escombros?, relató.
?Al cabo de varios días y pese a que los esfuerzos habían sido enormes, los resultados fueron muy tristes ya que mis tíos Angel Embil y Paquita de Embil y mis primos Agustín García Embil y su bebé Julio Agustín fueron encontrados sin vida?.
Sólo se salvó la esposa de su primo, que estaba embarazada y que minutos antes del temblor había bajado a la tienda a comprar comida para el desayuno.
Como el famoso tenor son muchos los artistas que tienen recuerdos sobre la tragedia.
Tiaré Scanda
?Estaba en primero de secundaria, tenía como 11 años, y la verdad en ese entonces los temblores me parecían divertidos; estaba en la escuela, feliz, y cuando nos mandaron a casa debido a lo mismo, me aterré y me sentí culpable porque antes estaba feliz, jugando. Me dio culpa porque como niña había disfrutado el temblor sin saber que eso era en realidad una tragedia enorme en el mundo?.
Julieta Egurrola
?En esa época estaba ensayando una obra de teatro. Se vino la tragedia y era terrible pasar por la colonia Roma. Por la tarde fuimos hacia avenida Juárez, donde estaba el Hotel Regis, que se quemó, pero en ese momento ya estaba humeando. Al día siguiente nos citamos a ensayo, pero nadie podía ensayar, y vino la réplica, salimos corriendo, porque estábamos en los teatros ubicados atrás del Auditorio Nacional.
?Sabíamos que no podíamos ensayar y mejor nos fuimos a ayudar. Fuimos hacia el monumento a la Revolución, donde hubo edificios caídos, pero a las mujeres no nos dejaban participar en quitar piedras. Sin embargo, yo apoyé con la Cruz Roja, haciendo comida, entre otras cosas?.
Margarita Isabel
?Estaba en mi casa, vivía en una zona volcánica allá en Tlalpan y no pasó nada, se sintió, pero hasta ahí; me asusté como todo mundo. Mario Iván estaba en Inglaterra y pudimos comunicarnos a los tres días.
?Nos organizamos en una brigada para conseguir agua, comida y sobre todo formol, porque se necesitaba para los cadáveres. Pero lo más importante del 85 es que vimos que el pueblo no necesita del gobierno; lo rebasamos, se tardó en reaccionar y cuando lo hizo pretendió quitarnos de nuestras brigadas.
?Es la gran lección que no debemos olvidar, que podemos organizarnos para todo, como cuando salimos a protestar por el desafuero de Andrés Manuel. No entiendo por qué Fox manda ayuda al país más rico del mundo cuando en nuestro país aún hay damnificados por el 85?.
Éric del Castillo
?Acababa de llevar a la escuela a mis hijas; fui a casa de mis suegros y al cruzar la habitación se cayó una bicicleta. Pensé: ?qué raro?, y cuando crucé oí el ruido de las duelas y no paraban. Me alarmé porque no terminaba el temblor, me salí de la casa, fui a buscar a mis hijas a la escuela. Me fui corriendo, las recogí y me quedé tranquilo.
?Luego pensé en mi madre porque ella vivía en Tlatelolco, fui a recogerla y cuando llegué a su casa estaban las paredes derribadas; mi madre no se daba cuenta porque estaba enfermita y padecía mareos.
?Me ofrecí de voluntario en la Cruz Roja, se me asignó llevar y traer en mi carro a los franceses que venían con sus perros; era impresionante ver cómo estaban las lozas de los pisos, colgaban telas, ropa, camas; me tocó ver cómo rescataban a una persona después de tres noches y días?.
Héctor Bonilla
?En lo que pude ayudé. Fui a llevar víveres y a mover algunos escombros por Insurgentes.
?Al otro día del temblor, estaba Pepe (Alonso) llorando en mi casa porque sus padres vivían en una casita en la Roma y estaban frente a un edificio que no se cayó?.
Laisha Wilkins
?Recuerdo el terror de toda la gente con la situación y su furor; mis papás se iban a ayudar con las medicinas y los damnificados. Era algo escandaloso, imponía. Recuerdo los noticieros, fue algo impresionante, se sentía y vivía mucho dolor, pero al final fue impresionante la reacción de los mexicanos, eso quedará para siempre?.
