SUN-AEE
MÉXICO, DF.- La casa de los integrantes de Reik debe ser muy divertida por las mañanas. Jesús se despierta romántico y comienza a cantar ?Yo quisiera ser ése por quien tú despiertas ilusionada, yo quisiera que vivieras de mí siempre enamorada?. Bibi, quien duerme todos los días abrazado a su guitarra, pide a gritos que lo dejen dormir; mientras que Julio, harto del escándalo, se mete a bañar para salir a conocer la ciudad de México.
Apenas el año pasado la vida de estos tres jóvenes transcurría ?lenta y aburrida? en Mexicali, un rancho grandote. ?O si tú quieres, una ciudad chiquita, pero el caso es que el Distrito Federal es totalmente distinto; siempre hay algo qué hacer, un lugar a donde ir?, dice Julio.
Ahora que llevan un año viviendo en la colonia Del Valle, los de Reik piensan que después de todo no fue tan malo abandonar Mexicali para concretar su sueño de ser un grupo de rock pop melódico.
?Los tres estuvimos dispuestos y estamos cosechando los frutos del sacrificio, porque dejas atrás todo, familia, ciudad, raíces, amigos...?, dice Bibi antes de que Jesús lo interrumpa: ?A mí no se me hace un sacrificio?.
Los argumentos de ambos se enciman, mientras hablan con ese peculiar acento cachanilla que les permite entenderse a toda velocidad.
?Es un pequeño sacrificio, porque cambias de vida?, dice Bibi. ?Mil veces yo prefiero esta vida a lo que tenía en Mexicali y seguir en la escuela?, continúa Jesús. ?¡Ah, claro, eso sin dudarlo!? concede Bibi.
Quizá por eso profesan tanto cariño a sus guitarras. ?La guitarra se convierte en una extensión de tu cuerpo, a veces te acuestas, la tocas un rato y te sientes tan cómodo que te quedas dormido. Al otro día amaneces y otra vez a tocar?, dice Julio.
Aunque en ocasiones resulta fastidioso. ?Sobre todo en las mañanas, cuando uno todavía está durmiendo y a alguien se le ocurre cantar?, dice Bibi, mientras voltea hacia Jesús, quien está enamorado y mal correspondido, razón por la cual se pasa los días cantando ?Yo quisiera?, el sencillo que los hizo populares.
Durante sus primeros días en México, Jesús sufrió una cierta conmoción. El tráfico y el caos lo impactaron, pero cuando volteó al cielo notó algo muy raro: ?El sol se ve más opaco; en Mexicali brilla con toda intensidad, pero aquí se ve nublado, con polvo, no sé, es muy triste?.
Sin embargo, se sienten cómodos en este ambiente, saben que apenas han dado un primer paso.
?No es que un día te levantas y dices: ? ¡Guau, soy exitoso!?, es un proceso. Al principio no lo crees, aunque te lo diga mucha gente?, dice Bibi.
Jesús lo interrumpe: ?Yo me siento exitoso desde el momento en que firmamos contrato y grabamos el disco. Para mí eso es éxito, ya después puedes provocar o no el fenómeno que todos esperan, eso es otra cosa?.
Y mientras esperan a ver si el fenómeno ocurre, los de Reik se seguirán divirtiendo en la ciudad de México, cantando mañana, tarde y noche.
