El técnico nacional se lava las manos en el caso del dopaje en dos seleccionados.
SUN-AEE
FRANCFORT, ALEMANIA.- El argentino Ricardo La Volpe, técnico de la Selección Mexicana de futbol, responsabiliza a la prensa por darse a conocer el caso de supuesto doping de los tricolores Aarón Galindo y Salvador Carmona.
El estratega rompe el silencio promovido por él mismo en torno al caso de dopaje que involucra a los seleccionados aztecas, convertido en tema tabú para todo el equipo.
"Creo que el grupo lo demostró, lamentablemente quizá la prensa no", dice en un nuevo intento de responsabilizar a los comunicadores por el penoso asunto, que capturó a todos los medios informativos -no únicamente los de México- que cubren la Copa Confederaciones 2005.
"Es decir -prosigue- algunas veces yo creo que la prensa debe fijarse un poquito más hasta dónde pueden llegar las causas de tanto escarbar. Creo que si ya hubo un código de nuestros jugadores tendría que haber sido respetado, haber llegado allá y estar informados cuando estemos todos, sabiendo qué había sucedido, pero de llegar esto a FIFA fue por causa del demasiado interés de la prensa, cosa con la que no estoy de acuerdo".
- ¿No tenía que haber hecho un reporte la Federación Mexicana de Futbol (FMF) para calmar estos rumores?
- Sí, en el momento, en el momento.
- ¿Y cuándo era ese momento?
- En el momento en que vamos a saber ahora qué es lo que están haciendo los jugadores. Todavía ni sabemos. Todavía tienen que esperar ocho días.
Luego, con la "cortesía" habitual, el entrenador se da la vuelta y encamina sus pasos rumbo al autobús, ante el amparo de la valla.
Antes, el argentino había aportado algunas palabras de cara al partido contra Argentina, en la que descubre cierto optimismo de encarar con posibilidades a la oncena albiceleste.
"Las posibilidades que tienen ellos las tenemos nosotros. Los dos (equipos) llegamos bien a esta instancia y vamos a ver quién hace mejor el trabajo mañana durante los 90 minutos para llegar a la final", señala.
Según La Volpe, "nos hemos preparado para esto, creo que los muchachos se han sacrificado en todo sentido durante los entrenamientos y en su vida privada, entonces creo que estamos al cien por ciento para ir a disputar el encuentro muy importante para nosotros".
Además, "hemos venido jugando bien y estamos preparados para jugar un buen partido".
Se preparan
El rostro mexicano en el soleado campo del Stadion Am Brentanobad se muestra silencioso, reservado, ante la presencia de cámaras y micrófonos.
No hay muestras de júbilo o buen ambiente. Sólo trabajo abdominal de algunos, ensayos penales de los más persistentes, centros al área calculados por Oswaldo Sánchez y participación lavolpista al término de los cobros.
El estratega argentino pretende, quizá, revivir su época de arquero sin mucho éxito, porque Moisés Muñoz proyecta todos sus disparos, desde el manchón penal, a las redes. Moisés ataja hasta en dos ocasiones los cobros de Jaime Lozano, mientras que Jared Borgetti y Rafael Márquez se muestran más efectivos.
Pero el propósito es ocultar todas las armas, al extremo de la no aceptación de lo realizado ayer, previo al choque semifinal de hoy contra Argentina, rumbo a la conquista de la Copa Confederaciones 2005.
"No, estaban cotorreando los muchachos", responde Oswaldo cuando se le pregunta sobre los ensayos desde los 11 pasos.
De igual forma, el portero tricolor minimiza las aplicaciones de hielo sobre su rodilla derecha. "No es nada", dice y resta importancia al trabajo que hizo en la recta final del entrenamiento. "Siempre lo hacemos ?descolgar centros?. Al final nos quedamos a hacer un poco de centros para tenerlos en cuenta".
La intensidad del sol lleva a algunos -Osorio, Salcido, Méndez, "Zinha"- a la pequeña tribuna del escenario asignado para la última práctica de México en Francfort, para después viajar de regreso a Hannover, donde el clima frío contrasta con el calor matutino.
Ahí, la Selección Mexicana vuelve a quedar aislada de la prensa, a la que no se le permite acceder al hotel de concentración, a diferencia de lo que ocurría en Francfort.
Tras dos horas y media de viaje se transforma el panorama. Por la mañana, frente al campo asignado a la delegación mexicana, chicas en bikini y niños en traje de baño, disfrutan el verano en un balneario, donde los carros Porsche, las motocicletas y las bicicletas figuran en el estacionamiento.
Mas nada de este panorama sirve para arrancar sonrisas entre los serios futbolistas.
Por eso, cuando las nubes aparecen y el aire frío cala a su llegada en Hannover, la duda reaparece en la escena tricolor por saber cuál será la cara que presenten ante la potencia albiceleste.
Osorio contra sus amigos
La amistad que une al mexicano Ricardo Osorio con los argentinos César "Chelito" Delgado y Luciano Figueroa tendrá una pausa en el camino.
El duelo de este día entre México y Argentina los enfrenta, a sabiendas de que Delgado y Osorio son compañeros en Cruz Azul, mientras que Figueroa lo fue no hace mucho tiempo, apenas en los torneos de Apertura 2003 y Clausura 2004.
"Antes que otra cosa es uno de mis amigos y compañeros. Pero aquí lo importante es que haya unión de equipo, que es lo importante. Si por ahí lo tiene uno, llegamos dos y así", dice Osorio en torno a la marca que deben aplicarle a Luciano.
"Él lo sabe, fuera de la cancha somos amigos, pero dentro somos rivales. La relación es muy buena y con el ?Chelito? igual. Esperemos en Dios, ojalá, vencer y después ser amigos otra vez", asegura el central de la Selección Mexicana de futbol.
Desde su punto de vista, "son difíciles, no nada más ellos sino todos. Argentina es una gran potencia, pero quizá salimos en nuestro día y salimos avantes de esto".
Para Osorio, cada partido es diferente, por eso no se fía del antecedente reciente, en favor del Tri durante la Copa América disputada en Perú el año pasado.
"Tienen esa espinita clavada con nosotros, pero tenemos que salir con todo mañana", insiste.
Rememora que en ese entonces, en la Copa América, "estaba yo lesionado y ahora gracias a Dios estoy bien y veo a mis compañeros muy metidos, pero todos los partidos son diferentes".
Asegura que nadie es indispensable en este equipo, porque considera al grupo competitivo. "Esté quien esté lo va a hacer al cien por ciento".
Eso sí, el físico de los sudamericanos no le asusta, porque Argentina es como nosotros. "Estamos parejos, así que no hay nada desigual".
Mientras tanto, el mediocampista Pavel Pardo, propone que "sólo hay que tener un rival, que es Argentina, porque a veces tienes dos rivales: el contrario y uno mismo, porque no haces las cosas o no juegas bien. Entonces tenemos que preocuparnos por lo que podamos hacer".
Y luego remata: "en esta clase de partidos no tienes mañana y tienes que jugar un partido perfecto, con mucha inteligencia, sobre todo jugando bien al futbol".
Mientras tanto el portero Oswaldo Sánchez, una de las figuras del Tri en este torneo, refrenda su optimismo en avanzar a la que sería una histórica final para el tricolor en tierras europeas.
"Estamos tranquilos, motivados, contentos de estar en esta instancia de semifinales y con la ilusión de pasar a la final. Les hemos ganado, nos han ganado, entonces está parejo para los dos, pero queremos llegar a la final y vamos a poner todo nuestro esfuerzo por estar ahí e invitar a la gente a que nos mande su buena vibra desde México".