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FABIOLA PÉREZ-CANEDO HERRERA

TESTIMONIO | DURANTE 30 AÑOS, ÓSCAR PADECIÓ EL ALCOHOLISMO

EL SIGLO DE TORREÓN

?Me sentía viejo, andaba muerto, sin ganas de nada, hoy es distinto, espero desde temprano que amanezca?.

TORREÓN, COAH.- Óscar R. solía decir que antes de cumplir los 30 años se pegaría un tiro porque no quería llegar a viejo. Hoy tiene 54 y se considera una persona feliz, plena, que ha aprendido a amar la vida.

?La gente piensa que el alcoholismo es un vicio, pero es una enfermedad, desde chamaco ya viene uno con ciertas carencias emocionales, la falta de apoyo, de afecto en la familia?, manifiesta el señor, quien luego de 30 años en el alcoholismo, encontró en el grupo de Alcohólicos Anónimos a la familia que nunca tuvo.

Como la madre de Óscar murió cuando él tenía apenas seis meses de edad y su padre era alcohólico, fue regalado a una tía que tenía problemas de neurosis y con frecuencia le golpeaba. La falta de afecto y baja autoestima del menor provocó que abandonara este hogar a los 12 años y viajara a la ciudad de Monterrey, en busca de la vida que no encontraba en su natal Tampico.

Óscar refiere que era muy rebelde, tenía problemas con la autoridad, andaba de vago, no quería ir a la escuela y cuando iba, no lo aprovechaba, pues al no contar con la sombra de una figura paterna ni materna, era causa de burla de sus compañeros, que constantemente le hacían bromas al respecto, sin que a su familia le importara.

Eligió Monterrey porque había escuchado que era una ciudad grande, aquí fue ayudante de albañil y aprendió diversos oficios, hasta que encontró su vocación, la panadería. Cuando tenía 15 años, la oportunidad se presentó y se mudó a Torreón, donde se pagaba mejor por la elaboración del pan.

Su timidez le llevó a conocer la Zona de Tolerancia, donde podía bailar siempre que comprara cerveza. Relata que su primer contacto con el alcohol fue antes de cumplir los 17 años, como estimulante para perder el miedo y volverse más social.

?Noté que con la primer cerveza ya me sentía en ambiente y me empezó a gustar?, manifiesta, ?todos estos rasgos que traía desde niño de tímido, opacado, del que todos se burlaban mientras yo me callaba, entonces vi que yo también podía hablar, contestarles y gritar?.

Óscar confiesa que la cerveza le provocaba alegría, al menos eso pensaba cuando se embriagaba, era su ?fuga?, un escape para los traumas que aún no podía asimilar desde la niñez. Sin embargo, hoy reconoce que el alcoholismo es progresivo y mortal, una vez que se cruza la línea invisible entre el bebedor social y el problema, cuando comienzan las lagunas mentales.

Desde que Óscar recuerda, la soledad había sido su única compañera. Explica que nunca se casó porque con su enfermedad no era capaz de mantener una relación durante los siguientes 30 años. Tampoco un empleo, por lo que nunca pudo obtener pensión, Seguro Social, aguinaldo, pues no duró un año en un mismo trabajo.

?Decía que ya no estaba a gusto, pero era porque había acumulado ya tres o más faltas por mi manera de beber, porque cuando lograba estar sin tomar, podía cumplir bien con el trabajo?, indica, y explica que utilizaba las denominadas ?fugas geográficas?, cambiaba constantemente de residencia con la idea de que empezaría de nuevo y ésta vez sí funcionaría.

El panadero comenta que él era un bebedor periódico, pues aún cumplía con algunas de sus responsabilidades, pero cada fin de semana gastaba entre 800 y mil pesos en cerveza. Así se mantuvo toda su juventud.

Cuando Óscar comprendió que tenía un problema, buscó ayuda en grupos religiosos, pero no encajó, pues no era un individuo espiritual. Hace seis años, escuchó a una persona hablar del apoyo que se recibía en Alcohólicos Anónimos, donde había aprendido a dejar de beber.

?Aquí encontré principalmente el apoyo, el afecto, me siento integrado a algo, todos los que estamos en un grupo de Alcohólicos Anónimos estamos por lo mismo, todos queremos dejar de beber?, señala.

Para mantenerse sobrio, Óscar comenzó a trabajar con los rasgos problemáticos de su niñez. Hoy considera que tiene un cambio de juicios y actitudes ante una enfermedad que le afectaba de manera física, mental y espiritual.

A sus 54 años, Óscar asegura que su vida ha cambiado y tiene una visión muy distinta a su juventud. Ha descubierto su propio aspecto espiritual y mantiene la esperanza de encontrar el amor, casarse y formar una familia.

?Me sentía viejo, andaba muerto, sin ganas de nada, hoy es distinto, espero desde temprano que amanezca para hacer mis donas y empanadas, quiero que llegue el día para salir y trabajar?, comenta, ?a lo mejor no tengo el ímpetu y la fuerza que tenía a los 20 años, pero encontré algo diferente, serio y concreto, tengo ilusiones?.

Enfermedad progresiva

Para el grupo de Alcohólicos Anónimos, el alcoholismo es una enfermedad progresiva, que afecta a la persona de una forma física, mental y espiritual.

-La asociación civil Alcohólicos Anónimos festeja su 70 aniversario de transmitir su mensaje de esperanza a nivel mundial.

-Es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo.

-El único requisito para ser miembro de Alcohólicos Anónimos es el deseo de dejar la bebida.

-Su objetivo primordial es mantenerse sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad.

-Si desea obtener más información o conoce a alguien que requiera este tipo de apoyo, la oficina intergrupal se localiza en la calle Javier Mina, número 545. Los teléfonos son 712-07-90 y 722-58-88.

FUENTE: Alcohólicos Anónimos

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