En un error, Nicola Calipari fue muerto por disparos de soldados estadounidenses; acababa de asegurar la liberación de la periodista Giuliana Sgrena
ROMA (AP).- El presidente estadounidense George W. Bush llamó el miércoles al primer ministro Silvio Berlusconi para reiterarle sus condolencias por el homicidio de un agente italiano en Irak, un incidente que amenazaba las buenas relaciones entre Roma y Washington.
Ambos países emitieron informes por separado sobre el fallecimiento provocado por disparos de soldados norteamericanos, con distintas conclusiones.
La oficina de Berlusconi describió la conversación como "larga y cordial", y dijo que ambos países reafirmaron su compromiso con Irak. El primer ministro es un firme aliado de Estados Unidos y envió unos tres mil soldados a territorio iraquí después del derrocamiento de Saddam Hussein.
Sin embargo, tras la muerte el 4 de marzo del agente Nicola Calipari, considerado un héroe en Italia, el gobierno de Berlusconi se ha visto presionado -por sus mismos integrantes y por la oposición- para que reconsidere su decisión de enviar soldados italianos a Irak.
"Ambos países permanecen unidos en su compromiso a favor del pueblo y el gobierno iraquíes para la reconstrucción de un Irak estable, libre y democrático", afirmó un comunicado de la oficina de Berlusconi.
En un error, Calipari fue muerto por disparos de soldados estadounidenses en un puesto de control cerca del aeropuerto de Bagdad. Acababa de asegurar la liberación de la periodista italiana Giuliana Sgrena, secuestrada durante un mes. Sgrena y otro agente de inteligencia en el vehículo resultaron heridos.
Bush describió a Calipari como "un siervo heróico de Italia y un amigo estimado de Estados Unidos", señaló el comunicado. El presidente estadounidense le pidió a Berlusconi "hablar con la familia de Calipari para renovar los sentimientos de afecto y de solidaridad por la pérdida de alguien querido por ellos".
El primer ministro hablará ante el Parlamento el jueves con relación al homicidio de Calipari.
Después de una investigación conjunta, los investigadores italianos y el ejército estadounidense discreparon sobre aspectos del tiroteo, y emitieron conclusiones por separado.
El informe estadounidense absolvió a los soldados de cualquier culpa. Indicó que el automóvil se desplazaba a alta velocidad y no prestó atención a las luces y disparos de advertencia, y mencionó que una mejor coordinación entre los italianos y los estadounidenses podría haber evitado la tragedia.
En su informe difundido el martes, Italia culpó a las autoridades militares norteamericanas por no haber indicado que había un puesto de control en el camino, y concluyó que la tensión, la inexperiencia y el cansancio de los soldados estadounidenses contribuyeron al tiroteo.