El Gobierno sudanés lamentó ayer la muerte de diez refugiados sudaneses en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad egipcias en El Cairo, calificado por varias figuras de la Oposición de “inhumano y sin sentido”.
El diputado opositor y líder del Frente Democrático Unido (FDU), Peter Sule, dijo en declaraciones que los refugiados “fueron tratados como si fueran rehenes”, y que las autoridades egipcias “no debían haber utilizado la fuerza contra ellos”.
El Movimiento de para la Liberación de Sudán (MLS), el principal grupo rebelde en la región occidental de Darfur, condenó enérgicamente “el maltrato contra nuestra gente en Egipto”, según su representante en Jartum, Izz el Din Abdel Rasul.
También el ministro de Estado sudanés, Ahmed Ali Karti, lamentó “lo sucedido en El Cairo” e instó a los refugiados a abandonar sus exigencias de ser trasladados a un país occidental, ya que “las puertas de Sudán están abiertas”.
En Ginebra, el Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, manifestó su indignación y tristeza por la violencia y las muertes.
“Aunque aún no tenemos todos los detalles o un panorama claro de lo que sucedió, la violencia mató y lesionó a varias personas”, dijo Guterres. “No existen justificativos para esa violencia y pérdida de vidas. Es una tragedia terrible y enviamos nuestras condolencias a todas las familias de los muertos y heridos”.