Las ofensivas están destinadas a erradicar a los insurgentes que han ocasionado con sus atentados más de 620 víctimas fatales.
HADITHA, Irak (AP).- Un millar de soldados de Estados Unidos sitiaron en la madrugada del miércoles esta ciudad junto al Éufrates en la segunda ofensiva antisubversiva en esta región en menos de un mes.
Las ofensivas están destinadas a erradicar a los insurgentes que han ocasionado con sus atentados más de 620 víctimas fatales desde el anuncio de un nuevo gobierno iraquí, el 28 de abril. Se cree que muchos de esos insurgentes son combatientes extranjeros que se han infiltrado desde Siria.
El gobierno de Damasco se encuentra bajo intensa presión para que ponga fin a la infiltración de combatientes extranjeros a través de su porosa frontera de 610 kilómetros con Irak. Altos funcionarios de Estados Unidos e Irak han instado a Siria a mejorar la vigilancia de su frontera.
El primer ministro iraquí Ibrahim al-Jaafari dijo la semana pasada que pronto visitaría Siria para hablar con miembros del gobierno acerca de las reiteradas infiltraciones fronterizas.
"Creemos que hay muchos infiltradores, muchos terroristas, que pasan a través de las fronteras para lanzar ataques terroristas contra iraquíes inocentes", dijo Zebari en rueda de prensa conjunta con el canciller italiano Gianfranco Fini.
Previamente este mes, las fuerzas estadounidenses lanzaron una operación de una semana en la ciudad de Qaim y otros pueblos iraquíes cercanos a la frontera con Siria, destinada a erradicar a los militantes aliados con el terrorista jordano Abu Musab al Zarqawi, y a destruir sus rutas de contrabando hacia Siria.
Por lo menos 125 extremistas perecieron en esa operación, junto con nueve infantes de marina de Estados Unidos, dijo el ejército.
Una página electrónica que lleva el nombre del grupo de al Zarqawi dijo que el jefe terrorista había resultado herido, pero funcionarios de Estados Unidos advirtieron que no sabían si el informe era verídico y dijeron privadamente que podría haber tenido el propósito de confundir a sus enemigos.
Al-Zarqaui ha denunciado a los chiítas de Irak como colaboradores de Estados Unidos y ha dicho que matarlos - tanto a hombres como a mujeres y niños - es justificado.
Cuatro soldados de Estados Unidos perecieron el martes, con lo cual ascendió a 14 el total de bajas norteamericanas en cuatro días. Los ataques también ocasionaron la muerte a unos 60 iraquíes.
