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REYNOSA, TAMAULIPAS.- De más de 50 balazos dos personas fueron ejecutadas y tiradas a la orilla de la carretera Reynosa-Monterrey, a la altura del complejo procesador de gas de la Cuenca de Burgos. Presentaban huellas de tortura, además de encontrarlos esposados y vendados de la cara, situación que deja al descubierto lo que se temía en esta frontera, que estallara la guerra entre grupos de mafiosos.
Lo anterior derivado a que en la bolsa del pantalón de uno de los ejecutados se encontró un recado dirigido a presuntos miembros de la mafia sinaloense, mensaje dirigido al “Chapo, La Barbi, al Beltrán” y a quien les ayude, plasmado en un papel de cuaderno que de inmediato fue ocultado a los medios de comunicación evitando que trascendiera más del contenido de ese mensaje.
Los ejecutados responden al nombre de Alan Mata Castellanos, de 26 años de edad. Era policía preventivo asignado en la colonia Granjas Económicas de esta ciudad, mientras que el segundo se llamó en vida Dámaso Castellanos 45 años de edad, tío del elemento de la SSP.
De acuerdo con información brindada por el médico legista, Francisco Javier Soberón Benavides, luego de la autopsia de Ley confirmó que el policía presentaba más de 20 orificios en distintas partes de su cuerpo, sobre todo en la cara, mientras que a Dámaso se le encontraron 32 orificios en su humanidad.
Los calibres que utilizaron el o los sicarios para masacrar a los desaparecidos son armas nueve milímetros y 38 Súper.
Soberón Benavides indicó que los cuerpos tenían aproximadamente unas 12 horas de haber expirado y que en el mismo lugar donde se en contraron habían sido asesinados, dado que incluso Servicios Periciales recogieron un sinnúmero de casquillos de ambos calibres.
De acuerdo con las primeras investigaciones que realiza la Policía Ministerial, a cargo de Javier Aguilar Martínez, trascendió que el policía Alan Mata Castellanos había desaparecido desde el pasado cuatro de enero y que su tío Dámaso desde el seis del mismo mes, juntamente con otra persona que no ha sido localizada y que es su hermano Jesús Castellanos, así como una mujer de nombre Jéssica quien presuntamente no tiene relación familiar con los desaparecidos.
Entrevistado un familiar de Jesús Castellanos confirmó que el policía Alan Mata tenía su domicilio en la colonia Cinco de Diciembre, desde el día cuatro de enero no supieron más de él, que había salido a su trabajo y no se presentó a casa, por esa razón Dámaso, uno de los ejecutados se puso de acuerdo con su hermano Jesús para tratar de localizar a Alan saliendo de casa el día seis del mismo mes, enterándose ayer por la mañana que había sido asesinado, junto a su sobrino Alan.
Hasta este momento tanto Jesús Castellanos y la mujer de nombre Jéssica no se les localiza ni vivos ni muertos.
Presuntamente ayer la familia Castellanos recibió en su casa una llamada anónima, donde les decían “éramos amigos, ahora somos enemigos”.