AP
BAGDAD, IRAK.- Alrededor de 600 infantes de Marina y soldados iraquíes iniciaron la cuarta ofensiva contra la insurgencia en menos de un mes en una inestable provincia del occidente de Irak, en esta oportunidad cerca de Fallujah, informaron ayer las autoridades.
La Operación Cimitarra de la infantería de Marina estadounidense comenzó el jueves en la aldea de Zaidan, a 30 kilómetros al sudeste de Fallujah. Hasta el momento han sido detenidos 22 sospechosos.
Por otro lado, el jefe de la Asociación de Karate de Irak, Alí Shakir, fue secuestrado en el sur de Bagdad, dijeron ayer autoridades deportivas. Nadie se adjudicó el secuestro de Shakir, que ocurrió el jueves en Latifiya, unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, dijo Ahmed Hashim, directivo del Comité Olímpico de Irak.
Centenares de iraquíes han sido secuestrados durante los dos últimos años, algunos efectuados por insurgentes por razones políticas y sectarias, y otros por pandillas de criminales a cambio de un rescate.
Su secuestro tiene lugar dos días después que en un sitio de Internet se afirmó que Al Qaeda en Irak había asesinado al enviado especial de Egipto, Ihab al Sherif, quien fuera secuestrado por ocho enmascarados en una calle de Bagdad la semana pasada.
Al Gobierno iraquí le preocupa que se produzca un posible éxodo de diplomáticos, especialmente de los países árabes, aunque la vecina Jordania afirmó que enviará un embajador a Irak, y que no se cederá a ninguna intimidación.
El embajador de Pakistán, Mohammed Younis Jan, abandonó el país el miércoles después de un ataque a su convoy en lo que parecía un intento de secuestro.
En Mosul, enmascarados le dispararon ayer a Yahya al Haidari, del Consejo Supremo para la Revolución Islámica de Irak, dijeron funcionarios. Al Haidari y sus tres guardaespaldas resultaron heridos.
Asimismo el gobernador de la provincia de Diyala, Aouf Rahoumi, se salvó de un intento de asesinato cuando desconocidos dispararon a su convoy en Muqdadiya, 90 kilómetros al noreste de Bagdad, dijeron las autoridades.
Presume Talibán decapitación
Un presunto vocero del Talibán dijo ayer que ese grupo ha decapitado a un comandante desaparecido de la Armada norteamericana, pero no brindó pruebas al respecto, en tanto que los militares norteamericanos indicaban que continuaban la búsqueda del individuo.
El comandante es el último de una unidad de cuatro miembros que desapareció el 28 de junio en Kunar, cerca de la frontera paquistaní. Uno de los hombres fue rescatado y otros dos fueron hallados muertos.
“Esta mañana, en el distrito de Shagal de la provincia de Kunar, el Talibán mató al soldado estadounidense decapitándolo”, dijo el mulá Latif Hakimi, presunto vocero del grupo, en una comunicación telefónica con The Associated Press. “Dejamos el cadáver en una ladera de la zona a fin de que los soldados afganos o estadounidenses del lugar puedan encontrarlo”.
Las decapitaciones, que son comunes entre los militantes árabes, han sido escasas en Afganistán desde el comienzo de la guerra para derrocar al Talibán.
Hakimi ha dicho repetidas veces que los rebeldes tenían en su poder al comando y ha prometido pruebas de ello, pero no las ha presentado.
En ocasiones anteriores, las informaciones de Hakimi han resultado exageradas o falsas, y su vinculación con la jefatura del Talibán no ha podido ser verificada en fuentes independientes.
El teniente coronel Jerry O’Hara, vocero de las fuerzas estadounidenses, dijo que “la búsqueda del comandante continúa”.
“Lo único que sabemos con certeza es que ha desaparecido”, añadió. “Verificaremos esos informes para ver si se comprueba algo”.