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PARÍS, FRANCIA.- El cohete más poderoso de Europa, que transportaba una carga de satélites, partió ayer hacia el espacio desde su base sudamericana en lo que fue un lanzamiento exitoso a más de dos años después de que su vuelo inaugural terminara en desastre.
Apenas media hora después de que despegó de su base en Kourou, Guyana Francesa, el Ariane-5 ECA -el lanzador de proyectiles comerciales más poderoso del mundo- ya había colocado su cargamento de dos satélites en órbita.
La sala de control prorrumpió en aplausos y los científicos anteriormente nerviosos y tensos sonrieron y se estrecharon las manos al recibir la información de que la carga, conformada por un satélite hispano-estadounidense, así como un microsatélite de la Agencia Espacial de Europa, fueron colocados con éxito en órbita 31 minutos después de su despegue, a las 21.03 GMT.
“Este es el éxito que habíamos esperado, y agradezco a todas las personas que contribuyeron para alcanzarlo”, señaló Jean-Yves Le Gall, presidente de la Arianespace, el brazo comercial de la agencia europea de cohetes.
“Este lanzamiento borra el fracaso de diciembre de 2002”, señaló.
Un cohete lanzado el 11 de diciembre de 2002 perdió el control y fue destruido tres minutos después de su despegue. Dos satélites de telecomunicaciones se perdieron en ese viaje inaugural.
El Ariane-5, cuyo diseño ha sido mejorado, despegó a las 21.03 GMT de su base en Kourou, Guayana Francesa. El despegue fue demorado levemente debido a una interrupción en la cuenta regresiva.
El cohete de 780 toneladas transportaba un satélite de construcción hispano-estadounidense, el ITAR-EUR, un micro satélite de la Agencia Espacial Europea y una plataforma de instrumentos para proporcionar datos sobre el lanzamiento.
El disparador del satélite puede lanzar una carga útil de diez toneladas al espacio. Será el elemento clave en asegurar la competitividad de Arianespace, sección comercial del cohete europeo.
El cohete, no tripulado, debía despegar el viernes, pero el lanzamiento fue postergado 24 horas debido a que había problemas en el equipo de tierra, dijo Arianespace.
La plataforma de instrumentos, que viajará con el cohete, tomará medidas del lanzador durante la misión, desde sus vibraciones hasta su velocidad.
Los técnicos han dedicado más de dos años mejorando el cohete, que Arianespace espera mantenga su ventaja en el lucrativo mercado del lanzamiento de satélites. Entre los competidores de Ariane figuran lanzadores estadounidenses como el Delta IV, de Boeing.
Los cohetes Ariane entraron en servicio en diciembre de 1979.
