Sospechan investigadores que compañeros de parranda del occiso son los culpables.
A pedradas le destrozaron el cráneo a un indigente asiduo a las bebidas embriagantes, sin saberse hasta el momento las causas que motivaron a sus victimarios para privarlo de la vida. La Policía Ministerial logró la detención de varios compañeros de parranda del hoy occiso, como los presuntos culpables del crimen.
Ramón Salas Quiñones, de 55 años, es el nombre del hoy occiso y cuyo cadáver fue localizado en sábado por la noche, en el poblado San Jerónimo de esta ciudad, cerca de las 22:00 horas, dentro de un terreno baldío del mismo lugar en donde él con otro grupo de personas que compartían su afición por el alcohol acostumbraban pasar el rato.
La Policía Ministerial informó que mediante las primeras indagatorias realizadas en el lugar del crimen, los vecinos aseguraron que esta persona no tenía un domicilio fijo y diariamente deambulaba por las calles pidiendo dinero a los vecinos, pero sin causar mayores problemas.
De igual forma averiguaron que cerca de seis personas se juntaban con el occiso para ingerir alcohol en cualquier esquina del poblado, incluso en terrenos o casas abandonadas, para no ser molestados por las autoridades, quienes les denominan ocasionalmente “escuadrones de la muerte” por ser individuos sin oficio ni beneficio que se dedican a beber.
Por la forma en que ocurrió y los indicios encontrados en el lugar por elementos de la Dirección de Servicios Periciales, se presume que el crimen haya sido cometido por más de un atacante y bajo los efectos del alcohol o drogas, dada la saña con que se hizo.
A pesar de los datos escuetos que manejó la corporación policiaca, el caso fue turnado al departamento de Homicidios una vez que la averiguación correspondiente pasó a una de las mesas especializadas en delitos contra la vida e integridad física.