Es recomendable consumir ocho fresas al día, por lo menos tres veces a la semana, ya que éstas mantienen en niveles adecuados la presión arterial.
(SUN-AEE).- Si alguien piensa en un fruto que se relacione con el corazón, la mente vuela hacia la manzana, pero en cuestiones de salud hay otro tan rojo o más que ayuda a mantener las funciones cardiacas en excelentes condiciones si se siguen unas sencillas instrucciones para consumirlo.
Su forma también es parecida al corazón y su sabor es delicioso, se trata de la fresa, que en opinión de expertos, en la conservación de las facultades cardiovasculares es excelente para evitar enfermedades cardiacas, gracias a sus propiedades cardio-protectoras (flavonoides), que arrastran las grasas de las arterias e inhiben la oxidación del colesterol malo y mejoran la secreción del bueno.
Investigadores del IMSS afirman que las coloradas fresas mantienen en niveles adecuados la presión arterial, por lo que se recomienda que se consuman ocho fresas al día, por lo menos tres veces a la semana.
Pero no es todo, la nutrióloga Erika Rojas Rodríguez explica que el consumo de fresa disminuye el riesgo de cáncer de estómago, debido a que contiene una fibra natural parcialmente soluble llamada pectina, la cual "purifica o limpia" el sistema
digestivo y mejora la movilidad intestinal.
Este elemento natural "atrapa las grasas y azúcares que consumimos, por lo que también se recomienda para el control de peso" y para quienes tienen en mente la conservación hay que decir que esta fruta "previene el envejecimiento prematuro, ya que es un excelente antioxidante y tiende a promover la captura de radicales libres", según la experta.
Pero apunta que la fresa no es el único fruto benéfico para el corazón, sino que existe una gran variedad que posee efectos parecidos, como son la uva, la manzana, la pera y la naranja. Lo recomendable es combinarlas; es decir, tener una dieta balanceada.
Y es que, puntualiza, "hay que vivir saludablemente y esto se puede lograr con ejercicio, buena alimentación, consumo adecuado de agua y una dieta equilibrada, sin abusar de ninguno de los componentes.
¡BUEN PROVECHO!
Uno de los problemas de la fresa es el proceso de higiene, ya que contiene las principales amibas responsables de infecciones gastrointestinales, por lo que siempre hay que lavarlas primero al chorro del agua y tallarlas con jabón lavatrastes y enjuagarlas perfectamente.
Es muy importante desprenderles el "rabito" hasta el último, "ya que si primero se le quita y luego se lava penetran las amibas a la fresa. Si es posible hay que desinfectarlas en agua preparada con las gotas con las que se purifica", afirma la
nutrióloga del IMSS.
La tarea higiénica es mínima si se tiene en cuenta que la fresa también es rica en vitamina C, que favorece una mejor absorción del hierro, lo que a su vez produce una baja del sodio, mineral que en pacientes cardiacos o renales siempre debe mantenerse en niveles bajos.
Rojas Rodríguez indica que este fruto no se recomienda a personas que sufren divertículos, ya que su semillita puede quedarse en el intestino y provocar complicaciones. Advierte que su consumo en exceso puede ocasionar diarreas y problemas en el manejo de triglicéridos.
La nutrióloga Erika Rojas aconsejó consumirlas sólo cuando están de temporada, pues son más frescas y económicas. Advirtió que las fresas congeladas o deshidratadas tienen sus propiedades, pero sus efectos benéficos disminuyen.