Dos madres, dos situaciones similares, la misma esperanza de salir adelante
El Siglo de Durango
Ventura Peña González y Lourdes Cázares cruzaron sus vidas en la Fundación Raymond Bell. Cada una de ellas tiene dos hijos y de manera coincidente, en el caso del menor de sus vástagos, jamás los han escuchado decirles mamá ni verlos caminar. La prueba es dura, pero su voluntad es férrea.
Daniel Iván tiene ocho años de edad. Sentado en una silla de ruedas, mueve su cuerpo sin mucha coordinación. Sus grandes ojos no se centran en un punto específico. Ventura, su madre, lo acomoda y le habla con cariño.
Sentada a pocos metros, Lourdes también cuida de la pequeña Dana Paola, de cuatro años de edad, quien se encuentra en una carriola. La manita de la niña está entrelazada con la de su progenitora.
Mientras Daniel Iván se muestra inquieto, Ventura platica que su esposo trabajaba en un aserradero. Por eso se fueron a la sierra. Durante su estancia en la zona rural ella dio a luz. Al principio el niño parecía estar bien y sano, pero al día siguiente del nacimiento notó algo extraño.
No quiso comer y ante su angustia lo trajo a la capital del estado. Fue así como los galenos dieron su veredicto. Por algunas complicaciones durante el alumbramiento, el bebé sufriría secuelas: parálisis cerebral.
Al principio Ventura no supo cómo enfrentar una situación de esta naturaleza, en especial porque meditaba en el futuro de su niño, pero con el paso del tiempo asimiló la responsabilidad que eso conllevaría.
Daniel Iván recibía su rehabilitación en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero no presentó muchos avances. Su madre considera que ante la demanda del servicio no le daban una buena atención.
Por eso optó por buscar otra alternativa. Fue así como llegó a la Fundación. La ciudadana narra que el traslado de su hijo no es fácil. Su esposo ahora es soldador y lleva a la casa 800 pesos semanales. Dado que tienen otra hija de nueve años y múltiples gastos hay que optimizar el dinero. Así que no queda más opción que andar en camión con todo y silla de ruedas. ?El taxi me cobra 40 pesos, es demasiado caro?, abunda.
Al niño le dan convulsiones, por eso recibe medicamento que le proporciona el IMSS. Ventura además lo lleva a una escuela especial para que desarrolle sus habilidades. Y aunque Daniel Iván ya empieza a decir sus primeras palabras por el momento sólo llama a su papá. Por eso, Ventura desea con todo su corazón que muy pronto lo escuche hablarle.
Lourdes, por su parte, enfrentó la discapacidad de su niña desde antes que naciera. Cuando tenía cinco meses de embarazo le dijeron que la criatura presentaba un pequeño tumor en el cerebro. Por eso, le dieron la opción de interrumpir la gestación.
Pero ella no quiso. ?Lo asimilé y entendí que se trataba de mi bebé, así que seguí adelante?, relata. Al mes de nacida le extirparon el tumor pero la niña quedó con retraso psicomotor y su vista se vio afectada.
La joven mujer se ha dado a la tarea de buscar los lugares apropiados para que la infanta obtenga su rehabilitación. Se las ingenió para que le rentaran un caballo en el Parque Guadiana para aplicarle la denominada ?equinoterapia?. Desde hace seis tres meses llegó a la Fundación.
?Yo veo la discapacidad de Dana como algo normal, nunca me he preguntado ?¿porqué a mí??. Lo que más deseo es que ella pueda valerse por sí misma?, expresa al compás que la menor sujetada de sus bracitos se atreve a dar diminutos pasos.
Unen lazos
Al reunirse con los representantes de la Fundación Teletón la presidenta de DIF Estatal, Gabriela López de Hernández, solicitó al director de este fondo, David Beltrán Andrade, que se considere la apertura de un Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) en Durango, y agradeció la aportación económica realizada por el orden de 120 mil pesos para la institución Raimond Bell.
Beltrán Andrade informa que a lo largo de este año se ha apoyado a 93 instituciones invirtiendo nueve millones 500 mil pesos y que se llevará a cabo un análisis exhaustivo de las condiciones en que se encuentra Durango valorando cuántos pequeños discapacitados hay y cuál es la atención que se les da, para ver si es posible que la entidad se una a la lista de CRIT que existen en el país.
Por su parte, el director de Raymond Bell, Eduardo Castañeda, señala que los 120 mil pesos donados por la Fundación Teletón será invertidos en aparatos de rehabilitación y estimuladores para atender de una mejor manera a los 60 niños que enfrentan alguna discapacidad y que acuden diariamente a sus instalaciones.