Termina hoy el año 2005 y con él, en la vorágine del paso del tiempo, los humanos nos desdoblamos. Un año más por vivir… e irremediablemente con él, los cambios y los imponderables: en lo personal, en lo familiar, en lo social, en lo político, y en lo económico.
Nadie se escapa… por ello la esperanza, el temor, y los buenos propósitos.
A la ciudad de Torreón le pasa lo mismo, se alista para sufrir cambios e imponderables que serán muchos y más marcados, ya que al nuevo año se le empata una nueva Administración para la cual la transición no ha sido fácil; los que la han vivido de cerca, comentan en voz baja que nunca se había visto tal lucha y confrontación, sin decir quién o quiénes son los rijosos.
Para los simples mortales como espectadores que somos, esto es paradójico, ya que Torreón es una de las pocas ciudades que en México tienen ya muchos años viviendo la alternancia con civilidad y respeto. Esta vez, sin embargo, por decisión del voto de la mayoría, se suspendió la alternancia, repite color el partido en el poder y tal parece que al igual se suspendió la civilidad y el respeto. Ojalá se subsanen las diferencias, lo esperamos todos, lo necesitamos todos, por el bien de nuestra ciudad. Por lo pronto, mientras esto sucede, sus instituciones tiemblan… recuerdan a Voltaire quien señaló que si bien son más fuertes que el hombre mismo, éstas siguen su naturaleza.
Un ejemplo de ello es el Catastro Municipal. En ninguna Administración que se tenga memoria, se había batallado tanto para trabajar con él como en estos últimos tres años. ¿Cuál fue la falla?, ésta se volvió indescifrable, no obstante sus muy obvios elementos: tardanza, desconfianza, afán recaudatorio, incumplimiento de la Ley y mucha soberbia. Se volvió indescifrable, por que en el Catastro Municipal trabajan personas muy conocedoras del oficio que siempre lo han desempeñado con excelencia y honestidad y tampoco ellas pudieron pesar desde adentro, mucho menos opinar… fue asunto de los mayores con los cuales ni el mismo Colegio de Notarios (sus principales recaudadores) por medio de sus representantes pudo mediar. Ojalá y la nueva Administración ponga atención en ello y asiente los valores catastrales como la Ley lo indica por todo el año 2006, acción vital para los efectos del pago del impuesto predial que compete a todos y para que estos valores no estén a la merced de cada avalúo catastral que se solicita para el pago del impuesto sobre adquisición de inmuebles.
Hablar de fallas fundamentales en lo público no es fácil. Nuestros gobernantes por lo general, se sienten ofendidos, lo toman personal, y vienen las represalias. Olvidan que no están ocupando una oficina particular sino pública, dentro de instituciones que tienen una misión que hay que respetar, siguiendo sus lineamientos con responsabilidad y creatividad, sin olvidar que en ellas el hilo negro ya fue descubierto. Olvidan que son espacios en los cuales una política de puertas abiertas es fundamental ya que las únicas puertas que se pueden cerrar son las de las oficinas privadas en las cuales el patrón pone las reglas, las fotos de su familia y los iconos religiosos de su preferencia.
Las oficinas públicas son lo que son, espacios para todos, espacios eclécticos, ecuménicos, tolerantes, respetuosos, en los cuales la opinión de los ciudadanos es la que cuenta por diversa que parezca; los modos, criterios y preferencias privadas del gobernante o funcionario deben quedar fuera. Conceptos como el “bono de marcha”, muchos tan sólo lo habíamos escuchado en el ámbito privado, con los derechohabientes del Seguro Social, en el cual existe este bono como prestación cuando la Vida nos llama a partir y este bono es exclusivo para cubrir los gastos funerarios.
En fin, mañana es el primer día de un año que se avizora muy difícil en el ámbito nacional y con ello ya tenemos bastante. Para Torreón, en lo particular, es un año muy importante, empieza la víspera de nuestro Primer Centenario como ciudad y ello a todos nos debe impregnar con un esfuerzo de esperanza, de lucha, de responsabilidad que se convierta en actitud, legado que nos dejaron nuestros ancestros los irritilas y los primeros pobladores que llegaron desde muchos confines del mundo y de México a conformar nuestra ciudad.
Qué mejor oportunidad para la nueva Administración como coordinadora que será de este esfuerzo los próximos cuatro años, que son muchos, poner el ejemplo. ¡A todos los que en ella trabajarán, nuestros mejores deseos!