Se empeñan para realizar su trabajo, pero a la hora de los reconocimientos no las toman en cuenta
En las principales calles del centro de la ciudad, diariamente se observan mujeres pertenecientes al Departamento de Vialidad que se ubican en las esquinas y realizan labores de control de tráfico vehicular, levantamiento de infracciones y apoyo a los peatones.
El Siglo de Durango llevó a cabo una investigación sobre el trabajo que realizan estas agentes de Tránsito y la problemática que se suscita al hacer respetar el Reglamento de Vialidad.
Algunas eligieron esta profesión porque desde chicas les gustaba lo relacionado con el servicio de vialidad; otras ingresaron a esta dirección después de haber pertenecido al Departamento de Estacionómetros; sin embargo, comentan que en la actualidad desarrollan su trabajo de manera gustosa y profesional.
Existen varios casos en los que las agentes de Tránsito han sido objeto de discriminación, de agresiones verbales y hasta de propuestas indecorosas; no obstante, han ido superando el mal trato y hoy en día se hacen respetar como la autoridad que son, según lo expresado por las diferentes trabajadoras de Vialidad a este medio de comunicación.
María del Rosario Castro Rentería es una de las 29 agentes que forma parte de la mujeres-tránsito, y quien lleva casi 20 años de servicio en este ámbito, nueve en el Departamento de Estacionómetros y diez en la Dirección de Vialidad; expresó que para ella es un orgullo este trabajo, porque lo desempeñan hombres y mujeres, pero considera que ellas dan su mejor esfuerzo por ser servidoras públicas honestas, trabajadoras y respetables.
?Soy honesta porque en el tiempo que llevo trabajando no he recibido ningún centavo que no me pertenezca, me gusta servir a la ciudadanía, pues no nada más uno se dedica a facilitar la vialidad; damos información a quien lo pide, atendemos a los minusválidos cruzándolos las calles, y vemos que la gente cruce como debe ser?, agregó la agente.
Castro Rentería ha sabido combinar su trabajo con la labor de madre y esposa, pues desde hace 26 años es casada y tiene una hija de 25; sin embargo, en su casa lo ven como un oficio normal.
Mencionó que es un trabajo difícil porque la gente no lo valora, pero cuando falta un agente se dan cuenta de que hay accidentes, atropellados, se junta el tráfico y las personas minusválidas duran horas esperando a ver quién les hace el favor de cruzarlas la calle. Por eso me gusta, porque es un trabajo de servicio a la humanidad, añadió.
?Yo pertenecía al Departamento de Estacionómetros y me cambiaron a esta dirección; al principio íbamos con miedo por realizar un trabajo del que no sabíamos mucho, pero creo que dimos buen resultado?, señaló la agente Castro.
?Me acuerdo cuando estaba Antonio Díaz de León como director de Tránsito; nos mandaba llamar y los compañeros nos decían que nos iban a regañar, y nos daba miedo, pero al contrario, recibíamos felicitaciones por nuestro trabajo y siempre nos motivaba para seguir adelante. En la actualidad, Roberto Bravo Ontiveros también nos aconseja cómo cuidarnos?, indicó.
?Ahora estoy comisionada en la Presidencia Municipal; mi labor es dejar libre la línea amarilla, vigilar la zona, pues en la esquina de Victoria y 20 de Noviembre pasa mucha gente, y tengo que hacer la labor de inspeccionar y ver que la gente pase cuando no vienen carros y gracias a Dios, en los más de tres años que tengo aquí, no ha pasado ningún accidente que tengamos que lamentar?, añadió Castro.
Recordó que en aquellos tiempos todos los elementos tenían que presentarse impecables, puntuales, el uniforme completo, con sus insignias, bien peinados y zapatos lustrados.
Puntualizó: ?yo considero que depende mucho de la actitud que tenga la persona para ser respetada; si una se para con titubeos en el crucero, los conductores no van a respetar los señalamientos. También la forma como uno se dirige a los que están mal estacionados hace que se retiren y no se porten groseros?.
Por último, afirmó que considera que la mujer es más responsable, siente que está más al pendiente de su trabajo y no acepta sobornos.
Desventajas
En la actualidad, existen dos grupos de agentes: a uno pertenecen las que están sindicalizadas y que fueron cambiadas hace diez años del Departamento de Estacionómetros al de Vialidad; y el segundo grupo se formó hace aproximadamente dos años con las mujeres que han salido de la academia.
Según los comentarios de las sindicalizadas, ?en ocasiones no hemos sido tomadas en cuenta para recibir algunos cursos o pláticas, quizá porque no hicimos academia, pero sí queremos superarnos?.
Tras entrevistar a varias de las 29 trabajadoras que laboran en Tránsito, declararon que en ocasiones sí les han pedido favores sus superiores, o les han dicho que si quieren que se les trate bien deben relacionarse con algún agente.
Hay algunas que dicen que las cosas no son parejas, pues unas tienen que realizar más trabajo y otras hacen menos; inclusive, a la hora de dar reconocimientos no todas son tomadas en cuenta.
Algunas han pasado situaciones en las que se encuentran con funcionarios que se portan prepotentes, a choferes de diputados déspotas, que inclusive les arrebatan las placas de las manos a la hora que están haciendo su trabajo y se escudan con que colaboran con el alcalde Jorge Herrera.
Los gritos e insultos se escuchan diariamente por parte de conductores prepotentes que en ocasiones manejan en estado de ebriedad.
En conclusión, las agentes de Tránsito reciben agresiones verbales casi todos los días, y no es por hacer mal trabajo, sino por que evitan que se viole el Reglamento de Vialidad, comentaron.
Cursos recibidos
Las agentes de Vialidad se preparan para el mejor desempeño de su trabajo
Preparación elemental de la academia.
Recursos humanos.
Derechos humanos.
Derecho Penal.
Emergencias médicas.
Táctica policiaca.
Defensa personal.
Pruebas de tiro.
Levantamientos de infracción.
Prácticas de crucero.
Comunicación en accidentes de tránsito.
Actualización de conocimiento personal.
FUENTE: Dirección Municipal de Seguridad Pública.
