EL ORO, DGO.- El desastroso estado de las carreteras vecinales es muestra irrefutable del fraude de constructoras en contubernio con funcionarios, pues aplican material desechable y cobran sumas millonarias tanto en pavimento como en bacheo. Urge una comisión mixta para garantizar la calidad de las obras.
La carretera Santa María del Oro al entronque con la Panamericana se encuentra en pésimo estado, con largos tramos intransitables por el número de baches de diferentes diámetros convertidos en trampas para los usuarios, afirmó Carlos Ortega, empresario del norte del estado.
También mencionó la desviación a El Tizonazo, donde los accidentes automovilísticos ocurren por el mal estado de la carpeta asfáltica, amén de los daños a los vehículos, cuyos propietarios se ven en la necesidad de desembolsar dinero extra en refacciones.
Para evitar accidentes y daños los usuarios de estas rúas deben transitar casi a vuelta de rueda y eso implica más tiempo, lo que repercute en la economía del sector productivo por falta de una comisión integrada por personal de las secretarías de Comunicaciones y Transportes y de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado, además de la iniciativa privada, a fin de exigir calidad en los trabajos y los materiales.
Señala que las obras de bacheo y riego de sello asfáltico han sido un fraude; la mejor prueba, aseveró, es el mal estado en que se encuentran las carreteras: ?da vergüenza ver las rúas de Durango en comparación con las de Coahuila, Chihuahua, Zacatecas, donde al sólo pasar la línea divisoria se ve la diferencia?.
Con una comisión mixta de calidad se podría exigir a los constructores cumplir con las normas de calidad o en su defecto no recibir las obras, para responder a las exigencias y reclamos de los duranguenses.