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Lastres del sexenio

Javier Fuentes de la Peña

Será recordado como un buen gobernador. De eso no tengo la menor duda. Cuando Humberto Moreira se convierta en su sucesor, lo cual seguramente ocurrirá, muchos extrañarán los resultados que ha tenido Enrique Martínez al frente del Estado.

Cuando corrían los primeros meses del Gobierno de Enrique Martínez, recuerdo, se advertía un aletargamiento en las dependencias oficiales. Pasaban los días y nada pasaba. Sin embargo, algunas dependencias fueron despegando poco a poco, notándose así paulatinamente los resultados de la presente administración.

Entre las dependencias que más han contribuido a enaltecer el nombre de Enrique Martínez como gobernante, está la Secretaría de Finanzas. El trabajo de Javier Guerrero como administrador de los recursos públicos, no sólo fue eficiente, sino que además fue transparente. No es fácil inspirar confianza cuando se maneja el dinero de los ciudadanos, pero Guerrero y su gente fueron capaces de ello.

Otra dependencia en la que se tuvieron muy buenos resultados fue la Secretaría de Salud. Encabezada por la doctora Bertha Castellanos, en esta oficina se llevaron a cabo importantes acciones que beneficiaron a miles de coahuilenses.

Una de las dependencias estatales que jugaron un papel protagónico durante la administración de Enrique Martínez fue la Secretaría de Urbanismo y Obras Públicas. Además de emprender proyectos tan importantes como los distribuidores viales de Torreón y Saltillo, se construyeron carreteras, se realizó una gran inversión en reciclado de pavimento, y se erigieron puentes. Una de las grandes contribuciones del Gobierno actual es en cuanto a infraestructura. Por este motivo, merece especial reconocimiento el trabajo realizado por Jorge Viesca y su gente.

Pero nada puede ser perfecto. Así como en la presente administración algunas secretarías han destacado por los esfuerzos realizados, existen otras que poco han contribuido a mejorar la calidad de vida de los coahuilenses. Entre estas dependencias se encuentra la Procuraduría General de Justicia del Estado. Durante el sexenio de Enrique Martínez se han incrementado los índices de inseguridad pública. Si bien debemos reconocer que en Coahuila se vive de una manera mucho más tranquila en comparación de entidades como Tamaulipas, no debe pasarse por alto el aumento en los robos, así como en la presencia del narcotráfico en el Estado. Uno de los principales errores de Óscar Calderón como procurador, fue haberse negado, de manera reiterada, a reconocer la alarmante situación en la que vivimos, pues cada vez que alguien clamaba una mejor procuración de justicia en el Estado, él se rasgaba las vestiduras mostrando estadísticas ajenas a nuestra realidad.

Si hablamos de dependencias que muy poco contribuyeron en este sexenio, no podemos dejar de recordar a la Secretaría de Planeación y Desarrollo. Durante la administración de Enrique Martínez se emprendió una ineficiente promoción del Estado entre los inversionistas. Esto ha traído como consecuencia altos niveles de desempleo en ciudades como Saltillo y Monclova.

Pero el mayor lastre para el Gobierno de Enrique Martínez lo representa sin duda la Secretaría de Educación Pública. A diferencia de otras dependencias en las que la transparencia se convirtió en una prioridad, en la oficina encabezada por María de los Ángeles Errisúriz se ha hecho todo lo posible por ocultar a los ciudadanos los tristes resultados de su trabajo. Es cierto que se alcanzaron logros importantes, como por ejemplo el aumento de la cobertura educativa, se construyeron más escuelas y bibliotecas, y se equiparon debidamente decenas de aulas en el Estado. Sin embargo, eso no ha generado una verdadera mejora educativa, pues Coahuila ha ocupado durante el presente sexenio los últimos lugares nacionales en cuanto al aprovechamiento escolar.

La administración de Enrique Martínez se encuentra en el ocaso. Pronto vendrán los días en que nuevos inquilinos lleguen a las oficinas estatales. Por el bien de los coahuilenses, esos nuevos empleados nuestros deben estudiar muy bien qué es lo que se hizo en el pasado y, sobre todo, qué es lo que no se hizo. Si Humberto Moreira quiere ser un buen gobernador, debe prestar especial cuidado a sus proyectos para generar más empleos, para combatir a la delincuencia y para elevar el nivel educativo que él mismo, como Secretario de Educación, contribuyó a que se convirtiera en una mancha de la actual administración.

javier_fuentes@hotmail.com

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