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LIMA, PERÚ.- Las ediciones especiales de los programas sin censura de la polémica conductora peruana de la cadena Telemundo, Laura Bozzo, transmitidos en la televisión pagada, han generado un sorprendente ?boom?.
Peleas, gritos, insultos, dramas en vivo, escándalos por infidelidades, revelaciones de enfermedades, entre otros, forman parte de las ?ofertas? del programa de Bozzo para el ?pago por ver? que se elaboran en el canal privado Monitor.
Las tomas sin censura, los detrás de cámara, donde se ve a la conductora compungida, molesta, fastidiada y a personas diciéndose de todo, son el nuevo producto que se vende como ?pan caliente?, reseñó este domingo el diario peruano La Primera.
La estrella de la cadena Telemundo, según el cotidiano, halló en este ?rico filón? una nueva oportunidad para afianzar su presencia en el mercado estadounidense.
Bajo el título de Laura sin Censura, se ofrece el paquete televisivo en un precio no revelado en la capital peruana y esto lleva a otro nivel, ya que quien paga por este servicio puede ver, sin cortes, todo lo que ocurre detrás de los bastidores.
Según el periódico, los consumidores pueden consultar el listado local de la compañía por cable o proveedor de servicios de satélite para ver el verdadero drama al que se enfrenta a diario Bozzo, quien tiene que lidiar con personas de baja catadura moral.
Este fin de semana se transmitió por la televisión pagada el programa donde un hombre narra su tristeza al saber que hija de diez años de edad y su esposa de 21 años están enfermas de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) por culpa de ésta.
La mujer confesó que adquirió el mal al tener relaciones extramatrimoniales y Bozzo, visiblemente molesta, la echó del set televisivo y por primera vez la llamada ?abogada de los pobres? apoya a un hombre.
Bozzo, quien siempre logra echar a muchos de sus invitados, sobre todo hombres, no logra ocultar su tristeza e ignora las explicaciones de la mujer, quien confiesa que fue infiel porque lleva el ?cementerio por dentro?.
La infiel mujer narró a gritos que optó por la infidelidad como una especie de venganza porque el novio que debió llevarla al altar la dejó plantada.
La conductora de Telemundo, de 54 años de edad, cuenta en Lima con un equipo de 150 personas entre lumino-técnicos, camarógrafos, ingenieros de sonido, secretarias, asistentes, maquillistas e investigadores.
Bozzo permaneció durante tres años bajo arresto domiciliario dentro de las instalaciones del canal Monitor, de donde salió el 17 de julio pasado, tras ser acusada, sin pruebas, de haber recibido de manera irregular tres millones de dólares.