El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Marco Antonio Rubio no pudo enfrentar ayer al ruso Aslanbek Kodzoev, debido a que la Comisión Atlética del Estado de California suspendió el encuentro por una supuesta deshidratación del lagunero.
Los problemas para “El Veneno” surgieron desde el pasado miércoles, cuando llegó a los exámenes médicos de rigor dos libras arriba del peso límite en la división de los superwelter (154 libras/69.853 kilogramos), por lo cual tuvo que realizar una serie de ejercicios para cumplir con la báscula.
Esto no es nada raro en Rubio, quien previo a sus contiendas llega un poco arriba del peso establecido, pero inmediatamente se recupera para sus compromisos, donde nunca ha denotado debilidad en su cuerpo a la hora de los combates.
Con Marco Antonio deshidratado por bajar súbitamente de peso en cuestión de minutos, los médicos determinaron evaluarlo en el aspecto físico, y debido a la actividad que tuvo se le detectó la presión alta.
Héctor Sánchez Arredondo, representante del comarcano en México, informó vía telefónica desde el 4th and B Club de San Diego, California, que él y los responsables de Golden Boy Promotions sugirieron que lo valoraran horas después.
El resultado fue lógicamente satisfactorio, por lo cual la pelea tenía luz verde, pero ayer las dudas en los médicos de la Comisión de California volvieron a surgir, al grado de no creer la rápida recuperación del “Veneno”, suponiendo que había ingerido estimulantes.
Ayer le practicaron las evaluaciones pertinentes en todos los aspectos, incluyendo el doping, donde Rubio salió bien librado en cada una de las pruebas, aunque la Comisión, a través de sus galenos, decidió no autorizarla, a pesar de contar con los exámenes suficientes y certificados.
La gente de Golden Boy Promotions y la de Marco Antonio Rubio planean entablar una demanda contra los responsables de que no se realizara la contienda, al no contar con una prueba médica suficiente para no llevarla a cabo.
“No puede ser posible que no hayan dejado a Marco pelear, porque nunca estuvo en malas condiciones. Pasó todos los exámenes que le practicaron, pero simplemente no quisieron que subiera al ring”, señaló en tono molesto Sánchez Arredondo.
Explicó que en caso de notar algo raro o que el lagunero no pasara las pruebas a las cuales fue sometido, él mismo no hubiera permitido a su boxeador pelear, ya que primero está su integridad física.
Ahora se planea reprogramar el duelo entre el lagunero, sexto clasificado en las listas del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), y el ruso, quien se ubica en el decimosexto peldaño. La confrontación sería el próximo viernes 16 en el Centro de Convenciones de Austin, Texas, la cual será transmitida por la cadena Telefutura del sistema Univisión.
El enfrentamiento se celebraría por acuerdo de ambos púgiles, quienes están listos para medirse, después de llevar a cabo una ardua preparación en sus respectivos campamentos, con lo cual cerrarían su actividad en el presente año.