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Le llovió a Enrique

Javier Fuentes de la Peña

¡Oh ingratas nubes del infortunio! ¿Por qué descargar su furia en tierras coahuilenses? Tus lágrimas negras hoy llenan de pesadumbre a aquel que en otros tiempos se creía el ungido por el destino. ¿No pueden nubes, acaso, ser menos crueles?

El aguacero que el miércoles dio la bienvenida en Saltillo a los miembros del Tucom, fue sólo un anuncio de que ese mismo día también le iba a llover al gobernador Enrique Martínez.

Todo estaba preparado para que él ocupara los reflectores nacionales a sólo un par de días de darse a conocer el nombre del rival de Roberto Madrazo. Reunir en tu casa a los miembros del Tucom, al líder nacional del PRI y a Elba Esther Gordillo no es poca cosa y, seguramente, el gobernador promovió tal reunión con la intención de que su nombre figurara en los medios de comunicación. Sin embargo, la sombra de la derrota ocupó un sitio en la mesa de Enrique Martínez. En lugar de captar la atención, como ha pretendido en ocasiones anteriores, las pláticas se centraron en la líder “moral” del magisterio, llegando a un acuerdo para que, a partir del 15 de agosto, ocupe la presidencia nacional del PRI.

Ese mismo miércoles, nuestro gobernador tuvo que enfrentarse a otra experiencia dolorosa: no ser la figura más aplaudida durante la toma de protesta de Humberto Moreira como candidato del PRI. En un acto que resultó un atentado contra su vanidad, el ex alcalde saltillense habló, teniendo como testigos a los rivales de Martínez y Martínez, de sus prioridades como gobernante (¿acaso ya lo es?). Entre sus principales preocupaciones mencionó la erradicación de la pobreza, la urgencia de atraer más inversiones así como elaborar una estrategia integral de educación. ¿Dónde quedaron esos continuos halagos que Moreira lanzaba a su padrino político? Ahora, como todo político que tiene en la conveniencia su principal motor, se ocupó especialmente en mencionar los problemas existentes en Coahuila.

Pero eso no fue todo, pues en ese mismo acto ni siquiera le dieron la palabra a Enrique Martínez, acaparando todos los reflectores Humberto Moreira y Roberto Madrazo. Por si fuera poco, a la hora de los aplausos uno de los más aclamados fue Rogelio Montemayor, quien reapareció en un acto político luego de largos meses de problemas con la justicia. Seguramente esa noche Enrique Martínez vio en la intimidad de su hogar la legendaria película “Lo que el viento se llevó”.

La historia, aun lógica y previsible, no deja de arrancar dolor. Si aquel miércoles fue un día para olvidarse, lo fue aún más el jueves. Tal como se pronosticaba, Arturo Montiel resultó ser el precandidato que enfrentará a Madrazo en el proceso interno del PRI. ¿Dónde quedaron todos los millones gastados por nuestro gobernador en su promoción? ¿Acaso ganó algo el pueblo de Coahuila con un gobernante que, por sus sueños, se apartó de sus obligaciones y aprovechó los recursos estatales para promocionar por todos lados los logros de su administración?

Estoy seguro que la inteligencia es una de las principales cualidades de nuestro gobernador. Por tal motivo, confío que al haberse aventurado en esta empresa que todos sabían imposible de alcanzar, buscaba más bien colocarse en la esfera más alta del priismo nacional y así acceder a un cargo que de otra manera no hubiera obtenido.

Sin embargo, la política es la política. Roberto Madrazo, seguro candidato del PRI a la Presidencia, se acordará de todos aquellos que el día de ayer marcaron su raya criticándolo, entre los cuales estuvo nuestro gobernador.

javier_fuentes@hotmail.com

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