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México, DF.- Un estudio científico para conocer el comportamiento sexual de los seres humanos se convierte en una obsesión desquiciante para un experto en la materia, en la película Kinsey el Científico del Sexo, que se estrenará en México el viernes próximo.
Dr. Kinsey (Liam Neeson) hace un retrato verídico de Alfred Kinsey, quien se obstinó en exponer los secretos más oscuros de una nación y en 1948 cambió de manera irrevocable la cultura estadounidense con su libro El Comportamiento Sexual en el Macho Humano.
Neeson da vida de manera magistral al científico, quien después de entrevistar a miles de personas acerca de los aspectos más íntimos de sus vidas, liberó del peso de la pena a una sociedad, cuyas prácticas sexuales eran un elemento desconocido.
A través de sus famosas entrevistas sexuales, el Dr. Kinsey narra la extraordinaria travesía del estudioso, desde el anonimato hasta el momento en que adquirió fama mundial.
El hombre proviene de una familia conservadora, cuyo padre es un predicador dominguero ocasional (John Lithgow), pero su instinto lo lleva a rebelarse contra sus principios y emprende sus estudios de zoología en Harvard.
Después de conseguir un contrato en la Universidad de Indiana se relaciona sentimentalmente con una alumna de libre pensamiento, Clara McMillen (Laura Linney), y contrae nupcias. Sus experiencias sexuales las convierte en una referencia para sus estudiantes.
Cuando sus alumnos buscan su consejo sobre algunas preocupaciones y problemas sexuales, se da cuenta que nadie ha hecho una investigación clínica que brinde respuestas confiables a sus interrogantes, y comienza la travesía entre la ciencia y su posterior obsesión.
Chris O?Donnell, Peter Sarsgaard y Timothy Hutton también forman parte del reparto y del equipo de investigadores que Kinsey contrata para realizar su famoso estudio sobre el comportamiento sexual humano.
Dentro de este grupo también intenta crear un ambiente sexualmente abierto entre los trabajadores y sus esposas, y los anima a practicar el intercambio de parejas, durante la ?revolución sexual? de los años 60.
Con el paso del tiempo enfrenta graves problemas sociales, pues su fama se convierte en desprecio y los recursos monetarios que alimentaban su investigación se alejan por intereses propios.
La dirección, de Bill Condon, quien también escribió la historia, envuelve al espectador con un argumento bien planteado, que se complementa con la producción de Gail Mutrux y el experimentado Francis Ford Coppola.
