Reuters
Bagdad, Irak.- Los militares estadounidenses liberaron ayer a unos mil presos iraquíes de la famosa cárcel de Abu Ghraib, en el oeste de Bagdad. Según un comunicado del mando militar de Estados Unidos (EU), la mitad de estas personas fueron puestas en libertad ayer y el resto en los próximos días, con ocasión del mes sagrado del Ramadán (ayuno musulmán), que este año empezará el cuatro de octubre.
La decisión de liberarlos se debe a una petición del Gobierno interino de Irak, tras no encontrar suficientes pruebas sobre su presunta implicación en ataques contra las tropas de EU y las fuerzas de seguridad iraquíes. Tampoco están implicados en otras acciones de violencia, como el secuestro o el asesinato de civiles, y ?se han comprometido todos a ser buenos ciudadanos del Irak democrático?, dijo.
La excarcelación de estas personas coincide, no obstante, con la detención de 126 personas en redadas realizadas en los últimos cuatro días por fuerzas iraquíes y de EU en Bagdad y sus alrededores, según informó ayer otro comunicado militar.
Culpable, soldado de EU por abusos
La soldado estadounidense Lynndie England fue hallada culpable ayer de cometer abusos contra prisioneros en la prisión de Abu Ghraib en Irak, en un escándalo que causó indignación internacional.
Ahora, la soldado enfrenta un período de prisión de hasta diez años. England, integrante de un grupo de soldados acusados de cometer abusos contra prisioneros en Abu Ghraib, fue declarada culpable por un jurado militar en seis de siete acusaciones, incluyendo maltrato de los prisioneros. En tanto, fue declarada inocente de conspiración.
La joven reservista del Ejército de Estados Unidos (EU) apareció en fotografías que dieron la vuelta al mundo, en las que se le mostraba sosteniendo por medio de una cuerda a un preso iraquí desnudo. England no mostró alguna reacción visible mientras permanecía firme para escuchar el veredicto.
Un fiscal militar dijo que England humilló a los prisioneros ya que disfrutaba con ello y tenía un sentido del humor enfermo. Sin embargo, sus abogados dijeron que ella tomó parte en las humillaciones porque tenía una personalidad muy dócil.
El caso de England fue el último de una serie de acciones judiciales o intentos de acuerdos entre el fiscal y soldados de bajo rango que estuvieron destacados en Abu Ghraib.
El Ejército también reprendió a oficiales de más alto rango, mientras han surgido acusaciones de cientos de otros casos de abusos a detenidos en Irak y Afganistán.