Los ciudadanos chinos, cuya edad oscila entre los 18 y los 40 años, fueron a Irak a título personal para buscar trabajo.
BAGDAD, (Reuters) .- Los insurgentes en Irak liberaron a ocho trabajadores chinos que habían tomado como rehenes y amenazado con matar, mientras las guerrillas lanzaron más ataques contra la mayoría shiita, que se espera gane en las elecciones del 30 de enero.
Un video realizado por los secuestradores y que pudo ser visto por Reuters mostró a los ocho hombres de pie o arrodillados formando dos filas en el desierto, sosteniendo sus pasaportes abiertos.
La embajada de China en Bagdad confirmó después que los ocho habían sido liberados pero dijo que todavía estaba intentando localizarlos. El martes, el grupo rebelde que retenía a los hombres dijo que los mataría en 48 horas a menos que Pekín -que se opuso a la guerra en Irak- explicara qué estaban haciendo en el país.
Los insurgentes, que luchan contra las fuerzas de seguridad y del gobierno de Irak, que tinen el apoyo de tropas extranjeras lideradas por Estados Unidos, secuestraron a más de 100 extranjeros el año pasado. Alrededor de un tercio de los rehenes han sido asesinados.
También iniciaron una campaña de ataques suicidas y emboscadas de cara a las elecciones del próximo domingo, atentando contra las fuerzas de seguridad, grupos chiítas y funcionarios electorales.
El principal candidato de una lista principalmente shiita que se esperaba dominara las elecciones, dijo que los chiítas no serían conducidos a una guerra civil a pesar de los ataques de los insurgentes, principalmente sunitas.
"Estamos fuertemente en contra de este plan diabólico y cualquier sedición sectaria", dijo a Reuters Abdel Aziz al Hakim, del Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak.
EXPLOSIÓN EN BODA
A última hora del viernes, un ataque suicida contra la celebración de una boda shiita en el sur de Bagdad dejó al menos 11 muertos.
Los testigos dijeron que el suicida condujo una ambulancia repleta de explosivos contra la tienda en la que se celebraba la boda e hizo estallar el vehículo. Fuentes médicas locales dijeron que 11 personas habían muerto y 27 resultaron heridas, pero se esperaba que la cifra aumentara.
Las víctimas eran miembros de una tribu shiita. Los supervivientes dijeron que la cifra final de fallecidos podría incrementarse hasta los 25. Sólo horas antes del ataque, un coche bomba suicida mató a 14 fieles que salían de una mezquita de Bagdad.
Los musulmanes shiitas han sido atacados repetidamente de cara a las elecciones, que se espera cimenten el nuevo dominio político de la mayoría chiíta, que es el 60 por ciento de la población del país, tras años de opresión con Saddam Hussein.
Muchos árabes sunitas, a quienes Hussein convirtió en clase dominante, temen ser marginados.
