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Liderazgo basado en la integridad

Juan de la Borbolla R.

El pasado sábado 26 de febrero se llevó a cabo en las instalaciones del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), una ceremonia académica para otorgar el doctorado honoris causa a cuatro distinguidos personajes: El Dr. Kim Clark antiguo director del Harvard Business School, escuela de gran prestigio a nivel mundial con la que la escuela de negocios de la Universidad Panamericana: IPADE ha tenido una estrecha relación desde hace más de treinta años, fue el primero de los profesores que recibieron la alta distinción académica.

Posteriormente fue el notable empresario mexicano Manuel Senderos, promotor de los inicios del IPADE y de la Universidad Panamericana quien recibió el birrete de doctor. También la doctora Obdulia Rodríguez, médico especializada en dermatología y más específicamente en la atención durante más de cincuenta años de enfermos de lepra fue propuesta por la Escuela de Medicina de la UP, de la que forma parte de su claustro, para recibir esta distinción honorífica.

Por último el filósofo español dedicado a estudios sobre Filosofía Social y Política y Teoría del Conocimiento: Alejandro Llano, ex rector de la Universidad de Navarra también recibió los respectivos honores.

En su discurso de aceptación de la distinción recibida el profesor Kim Clark, notable formador de líderes empresariales, estableció la necesidad de que quienes aspiran a conducir los destinos de las empresas en los próximos años en este mundo hasta cierto punto atribulado, sean dueños de una integridad personal que los haga merecedores de la confianza de tantas personas que tienen relación con el ámbito específico de la empresa moderna: “La integridad es mucho más que ser honesto aun cuando ese es, ciertamente su significado...”.

La integridad es un asunto de carácter personal. No es algo que se enciende y se apaga. No se puede ser un líder con integridad si se actúa de una forma en el trabajo y de otra en casa. Por ejemplo, si un líder falla en su responsabilidad con la familia -aquellos que más le deben preocupar- ¿cómo podremos confiar en que se hará responsable de las personas que emplea?

Si él asegura que las personas son su mayor prioridad y no dedica tiempo a sus hijos ¿por qué hemos de creer en sus promesas laborales? Si apoya la honestidad y la transparencia en la compañía pero es deshonesto en el trato con su esposa y con sus hijos, sus palabras suenan falsas... “Cada año en la ceremonia de graduación (de los programas de MBA y de especialización para la alta dirección de empresa de Harvard Business School) me dirijo a 900 graduados y les hablo acerca de las oportunidades en su futuro.

Les menciono dos cosas acerca de su relación entre el trabajo y la familia: 1.-Ningún éxito comercial puede compensar un fracaso en casa; y 2.- Algunos de los aspectos más importantes del trabajo que harán, serán dentro de los muros de su casa. Mi consejo es pues que primero inviertan en su hogar”.

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