El gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, tendría un reto fácil de superar si sólo se tratara de mejorar en términos operativos, de certidumbre institucional y negociación efectiva, la gestión de su antecesor, pero fue tal la opacidad de Guerrero Mier, tal su desinterés por solucionar los problemas más graves, sobre todo en la Región Lagunera, que el actual mandatario tendrá que hacer mucho más.
Por ello, no deja de sorprender esa predisposición del joven Don Ismael, a eludir el compromiso puntual o la solución inmediata a los problemas que se le presentan. Ni siquiera necesita investigar, o escuchar largos y aburridos informes de sus cercanos colaboradores; éstos –los problemas- lo persiguen hasta que terminan por encontrarlo. No faltará algún gomezpalatino o lerdense que prefiriera que el gobernador tomara al toro por los cuernos, pero ése (al parecer) no es su estilo.
Ayer, un grupo de taxistas de Gómez Palacio buscó al gobernador hasta que lo encontraron en el aeropuerto de Lerdo y así, a boca de jarro, le pidieron su intervención en los problemas suscitados entre los diferentes grupos de trabajadores del volante. Que ponga orden, que ofrezca alguna solución... que al menos demuestre su interés. Bueno, pues la respuesta retrata a la perfección lo que ha sido la postura del gobernador respecto a la problemática en la Comarca Lagunera de Durango: “Está bien, me informaré y los citamos para platicar luego”.
Ciertamente existe el temor en algunos sectores de que Ismael decida caminar por el mismo sendero que Ángel Sergio, y así le fue exteriorizado al mandatario. “No sé lo que hizo el licenciado, Guerrero Mier, pero yo el único compromiso que tengo es que caminemos para resolver y atender un problema social”, fue la respuesta. Bueno, sólo queda esperar para ver por dónde realmente se camina.