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México, DF.- Liliana Arriaga ?La Chupitos? festejó el viernes una década de carrera artística, con un espectáculo cómico musical en el Teatro Blanquita, donde tuvo como invitados especiales a los cantantes Jorge Muñiz y Lila Deneken.
A pesar de no haber llenado en su totalidad el foro, el ballet del Teatro Blanquita fue el encargado de abrir el banquete musical, para después ceder el escenario a la número uno, Lila Deneken.
Ataviada con un elegante vestido blanco, la cantante hizo gala de su voz por algunos minutos con algunos temas clásicos de su repertorio como Por Cobardía, los cuales le brindaron el aplauso caluroso del público asistente.
Sin embargo, para no hacer tan solemne la velada, uno que otro chiste también salió en la voz de la intérprete, quien invitaba al público a disfrutar de la velada, por lo que no pudo faltar el tema A Donde Quiera, con el cual se despidió de la velada.
En tanto, el conductor y cantante Jorge Muñiz fue quien logró robar la atención completa de los asistentes desde su entrada al escenario, ya que su singular carisma lo hizo convertirse en un deleite para quienes lo escucharon.
Acompañado de ocho músicos y con temas como Debut y Despedida, La Otra Parte de Mí, Perdón y A mi Manera lo hicieron recibir las ovaciones de pie de un caluroso público, que lo recibió como un grande, a lo que el cantante simplemente dio las gracias e interactuó con el público.
?Coque?, como es conocido, no perdió la oportunidad de mostrar otra faceta de su carrera, por lo que muy a su estilo hizo una breve imitación de su padre Marco Antonio Muñiz, de Juan Gabriel y José José, con lo que refrendó que además de ser un gran conductor, también posee otros talentos que pocas veces deja ver.
Así, Muñiz se despidió y se llevó los aplausos del público, para ceder el espacio a la festejada, quien bajo el ritmo del tema ?Arrasando? hizo su entrada con su característico estilo de ?borrachita?.
Chistes políticos, de la vida cotidiana y contra los hombres fueron sólo algunos de los que contó ?La Chupitos?, quien se llevó un grato sabor de boca en este décimo aniversario.
Con su singular estilo, La Borrachita Consentida mantuvo constante comunicación con el público y provocó las carcajadas de los asistentes, quienes no perdían detalle alguno de la comicidad de la artista.
