Agencias
MÉXICO, DF.- México está listo para cambiar su principal instrumento de política monetaria, el llamado corto, de acción indirecta, hacia tasas de referencia, aseguró ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“México ya lo podría hacer”, indicó el número tres del FMI, Agustín Carstens, en una rueda de prensa restringida en la ciudad mexicana de Acapulco.
Sin embargo, añadió que “el Fondo es respetuoso de las decisiones que adopten las autoridades mexicanas” y consideró que el cambio “no es esencial para el funcionamiento del sistema monetario mexicano”.
Destacó que el corto, una manera indirecta de influir en las tasas de interés a través de la liquidez de los bancos, “ha sido un instrumento sumamente útil en México”.
“Uno de los éxitos que México ha tenido después de la crisis de 1994 es que se ha probado que con un sistema cambiario y de tasas de completa flotación es posible”, del cual el corto es parte, dijo.
Indicó que el único problema que podría tener este instrumento es que cuando el Banco Central quiere ajustar la política monetaria “no da señales muy claras sobre cuál es el tipo de ajuste que quisiera ver y que es necesario para tener un impacto sobre la inflación”.
“Posiblemente un poco más de guía de parte del Banco Central a ese respecto podría ser útil”, comentó. El Banco (central) de México estudia cambiar a tasas de referencia desde hace tiempo, pero hasta el momento no ha tomado ninguna decisión sobre el asunto.
Afirmó que el FMI no tiene ninguna preocupación al respecto sobre México y que si las autoridades quieren seguir con el corto está “bien”, porque “las bases fundamentales del esquema monetario seguirían funcionando en México”.
Enfatizó que el movimiento a tasas de referencia sólo se trata de una “afinación al esquema” y no un “cambio fundamental en el esquema monetario de México”.
Sobre la inflación en el país, que en los últimos meses de 2004 se situó sobre las expectativas y que hizo terminar el índice de precios con un incremento de 5.19 por ciento anual, señaló que ha respondido a factores transitorios o choques en precios particulares.
Y agregó que “no refleja indisciplina monetaria o falta de control” de las autoridades. En ese sentido, confió en que la inflación converja hacia la meta del Banco Central, de tres por ciento.
Carstens señaló, además, que México necesita una base tributaria “más estable y confiable” para que el país no esté sujeto a los vaivenes de los mercados y dar mayor continuidad a los programas presupuestarios. No obstante, destacó que su manejo de deuda “ha sido bastante bueno”.
