Causa réplica de temblor pánico entre la población.
AP
MUZAFFARABAD, Pakistán.- Provisiones de unos 30 países llegaron a Pakistán ayer miércoles para las víctimas del terremoto, mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advertía sobre una epidemia de sarampión entre los millones de desplazados y se disipaban las esperanzas de encontrar sobrevivientes bajo los escombros.
Entre tanto, un sismo de magnitud 5.6 volvió a sacudir Pakistán, de acuerdo a reportes preliminares del Instituto Geológico de Estados Unidos. El hecho ocurrió a alrededor de 135 kilómetros al norte de la capital Islamabad.
El temblor, que se sintió a las 1:23 de ayer hora local, es el último en una serie de réplicas en los cuatro días posteriores al devastador terremoto que asoló la región y que, según estimaciones, habría dejado más de 40 mil muertos, causó pánico y temor entre la población. No se reportan daños hasta el momento.
El terremoto de magnitud 7.6 del sábado arrasó con poblaciones enteras, principalmente en la Cachemira paquistaní, y cuatro días después la ayuda no había llegado a muchos lugares. La ONU calcula que cuatro millones de personas se vieron afectadas y dos millones perdieron el techo.
En una mañana de cielo despejado, helicópteros estadounidenses, paquistaníes, alemanes y afganos reanudaron los vuelos suspendidos el martes debido a una tormenta. Llevaron alimentos, medicamentos y otras provisiones a Muzaffarabad, capital de la Cachemira paquistaní, y llevaron a los heridos más graves a los hospitales. Unos 50 mil militares paquistaníes se volcaron a tareas de rescate.
El primer ministro, Shaukat Aziz, dijo que aviones pequeños pudieron aterrizar en el aeropuerto de Muzaffarabad, pero los aviones grandes de carga sólo podían lanzar provisiones y equipos en paracaídas. La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, llegó a Islamabad para reunirse con Aziz y el presidente Pervez Musharraf.
Los habitantes de Muzaffarabad, desesperados, asaltaban los camiones de agua y alimentos para llevarse lo que pudieran. Las personas más débiles eran apartadas a empujones. Jan Vandemoortele, coordinador residente de la ONU en Pakistán, dijo que se han habilitado caminos de acceso a la zona afectada que estaban bloqueados.
Unos 30 países -entre ellos Estados Unidos, Francia, Japón, Jordania, China, Rusia, Irán, Alemania, Siria, Turquía y España- han enviado equipos, médicos y rescate. Muchos han prometido ayuda financiera.
Rescatan a niña de cinco años
Durante casi cien horas, Zarabe Shah, de cinco años, estuvo atrapada entre los escombros de su casa derribada por el terremoto. Ayer miércoles, rescatistas rusos salvaron a la niña, obnubilada y cubierta de polvo.
Fue un hecho alentador para los que realizan las tareas de rescate, al disiparse las esperanzas de encontrar sobrevivientes.
?Quiero beber?, susurró la niña demacrada. Quería agua, y dijo que no tenía hambre.
El día anterior, los vecinos habían recuperado los cuerpos del padre y dos hermanas. La madre y otras dos hermanas sobrevivieron.
Pero su madre había dado a Zarabe por muerta y había partido para Abbotabad, una ciudad al norte de Islamabad, menos afectada por los daños. Zarabe fue llevada a un campamento sórdido donde otros sobrevivientes del gran terremoto del sábado tienen escaso abrigo y alimentos, aunque empieza a llegar abundante ayuda a la región.
El pelo corto de Zarabe estaba cubierto de polvo, y su tío, Ukmal Shah, la abrazaba con fuerza mientras ella relataba con un hilo de voz cómo el terremoto la hizo caer de la escalera. El pozo de la escalera la protegió de la caída de escombros y sobrevivió sin sufrir heridas graves.
?Tenía miedo?, dijo Zarabe, que fue rescatada exactamente cuatro días después del terremoto. La niña fue rescatada por un equipo ruso con perros husmeadores, aparatos de escucha y una máquina que detecta la presencia de anhídrido carbónico, un producto de la respiración.
