EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Sentado en su trineo, enfundado en su traje rojo y con su inmaculada barba blanca, Santa Claus visitó Madero y muchos niños con sus padres se dieron cita para saludarlo. Los pequeños querían tocar al hombre del Polo Norte y a él no le importaba que le pisaran sus relucientes botas para sentarlos en sus piernas. –¿Te has portado bien este año? –les decía el barbón.
Un verdadero Santa Claus resulta ser Jesús Octavio González, de 42 años de edad, quien cada año -desde hace cinco- da vida a este personaje por la mejor de las causas: provocar una sonrisa en un niño que vive en una casa a donde el Santa original y los Reyes Magos se les olvida llegar.
Originario del estado de Chihuahua pero con su hogar en la ciudad de Torreón, Jesús Octavio se pone a trabajar caracterizando a Santa Claus cada año para poder conseguir dinero y con él comprar juguetes que más tarde repartirá a los niños de los albergues, otras fundaciones y algunos de la calle. Cada año reparte juguetes a más de mil cien niños en algunas fundaciones en el mes de diciembre.
El Santa lagunero obtiene el dinero al cobrar por las fotos que se toman los niños con él además de vender chatarra. Para construir su trineo fue necesario contar con un vehículo de antaño al que le arregló el motor, después ingeniosamente logró adaptarlo con pintura, forro, detalles y la elaboración artesanal de los venados que son la sensación de chicos y grandes. Se gastó más de 35 mil pesos.
“Hay que darles ilusión, esperanza y fe a los niños, mucha gente ya no les enseña el espíritu navideño, en muchas casas los acostumbran a dormirse temprano porque lo que quieren muchos adultos es emborracharse y no conviven con su familia”, dice Jesús Octavio.
Asegura que para él la vida no ha sido fácil pero que aun así hay que compartir con otros lo poco o mucho que se tiene. “Vengo de una familia marginada, nunca se me olvidó que una vez cuando era niño un Santa Claus me regaló dulces”, dice quien caracteriza a Santa hasta con sus dos pequeñas hijas.
“Quiero darle gracias a la gente porque me ayuda, ahorita estoy aquí porque además me prometieron que me darían juguetes y así voy a poder llevar más a los niños”, dice Jesús, cuyo trineo se encontraba estacionado afuera de una tienda de juguetes en la calle Madero.
El espíritu de este Santa Claus de carne y hueso parece inspirar a varios comerciantes en estas fechas, uno de ellos es el propietario de la mencionada tienda, Ciro Mario Zarzoza Mayorga. “Cada año donamos a la casa hogar, creo que es una labor social que todos debemos practicar”, dice el comerciante, quien tiene su domicilio en la ciudad de Torreón.