Junto con las mariposas Monarca arribó un avión ultraligero llamado Papalotzin que hizo el vuelo junto a los insectos para conocer a fondo el fenómeno migratorio.
Morelia, (Notimex).- Puntuales a su cita, miles de mariposas Monarca empezaron a arribar a los bosques de oyamel del oriente michoacano y para la presente temporada se espera que arriben al menos 200 millones de lepidópteros.
Las mariposas Monarca permanecerán aquí hasta marzo del año próximo cuando retornen a Canadá, informó la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en un comunicado.
La llegada de las mariposas Monarca a tierras michoacanas constituye todo un acontecimiento para los indígenas mazahuas y otomíes que habitan la zona oriente del estado, quienes tienen la creencia que los insectos traen el alma de los niños fallecidos.
Junto con las mariposas Monarca arribó un avión ultraligero llamado Papalotzin que hizo el vuelo junto a los insectos desde Canadá a fin de conocer más a fondo el fenómeno migratorio.
El trayecto de la nave inició el pasado 22 de agosto y duró un total de 73 días, tiempo durante el cual videograbaron al insecto para con ese material realizar un documental de una hora.
Las mariposas Monarca arriban año tras a año a los santuarios de El Rosario, Huacal Chivati, San Andrés, Sierra Chincua y Cerro Pelón entre otros.
En dos semanas El Rosario y Sierra Chinchua ubicados en los municipios de Angangueo y Ocampo abrirán sus puertas al turismo.
Las vigilan
El piloto de parapente Vico Gutiérrez llegó a Michoacán a bordo del ultraligero Papalotzin, tras haber recorrido 4,500 kilómetros en 72 días siguiendo a las mariposas monarca desde Canadá.
El Papalotzin, nombre que en idioma náhuatl significa mariposa pequeña, aterrizó en el Llano de Las Papas en Angangueo (oeste del país), donde Gutiérrez, emocionado, dijo sentir que las mariposas son ahora parte de su vida.
Gutiérrez partió de Canadá el 22 de agosto para estudiar la migración y los patrones de vuelo de éstas y en algunos tramos del viaje estuvo acompañado de su mujer y sus hijos.
Las mariposas "me ganaban muchas veces", a pesar de que el Papalotzin alcanza velocidades de hasta 100 kilómetros por hora, afirmó el piloto, quien cumplió 84 horas de vuelo en este viaje.
Sin embargo, la mayor sorpresa para Gutiérrez fue haber encontrado "mariposas volando a 12,000 pies de altura".
El avión ultraligero, que pesa 190 kilos, se detuvo en más de 40 puntos en Canadá, Estados Unidos y México, en los que Gutiérrez y el equipo que lo seguía en tierra se entrevistaron con científicos, artistas, académicos y estudiantes, y visitaron mariposarios, zoológicos y ciudades por las que pasan las "monarca".
Las mariposas "vienen ya en millones y en unos pocos días van a llegar a Michoacán", subrayó el piloto.
Desde Saltillo"venía haciendo carreras con las mariposas, porque si bien nosotros volamos más rápido, también hacemos paradas de hasta dos días y ellas nos terminaban por alcanzar", agregó.
Sobre el patrón de vuelo de las mariposas explicó que "el continente americano es como un cono, así que cuando ellas vienen del norte van separadas y conforme vuelan hacia el sur se juntan y a la altura de Texas (EU) ya se ven los grupos, y a la altura de Monterrey (norte de México) se convierten en nubes densas".
Gutiérrez relató que "hubo vuelos increíbles" como cuando cruzó a Estados Unidos desde Canadá y tuvo que aterrizar en el aeropuerto internacional de Búfalo en su "papalotito guiado por las torres de control y entre los grandes aviones comerciales".
Los tiempos de vuelo y las distancias recorridas no fueron siempre iguales. "En dos días recorrimos casi 1,500 kilómetros de Washington al centro de EU, pero en promedio volábamos de 150 o 200 kilómetros diarios".
Gutiérrez, que se dedica a hacer tomar aéreas para anuncios comerciales y películas, indicó que "el proyecto no tenía finalidades científicas sino el objetivo de hacer un documental" para el cual cuenta con unas 150 horas de filmación.
