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Llevan obra de Nietzsche al escenario

EL UNIVERSAL-AEE

LAUSANA, SUIZA.- Con una larga ovación y aplausos, fue recibido en Lausana el estreno de Zarathoustra, Le Chant de la Danse (Zaratustra, El Canto de la Danza), de Maurice Béjart.

La coreografía de dos horas de duración para 50 bailarines, se basa en obras de Friedrich Nietzsche, sobre todo en Así Hablaba Zaratustra. Béjart describió su creación como la coronación de sus años de trabajo con el pensador alemán.

El público del estreno corroboró esa valoración. Cuando el coreógrafo francés salió al escenario, unos dos mil 400 espectadores se pusieron de pie para aplaudir durante varios minutos al artista de 78 años (Béjart), que presentaba un aspecto cansado pero relajado.

En Zaratustra, Béjart reunió todas las constantes de su trabajo, porque los temas del amor, la muerte y la guerra, que aparecen en Nietzsche, determinan también la obra completa del coreógrafo, que tanto musical como técnicamente se mueve entre lo clásico y lo vanguardista.

Con esta pieza, Béjart puso de manifiesto una vez más su amor por el ?teatro total?, en el que confluyen lengua, música, danza y dirección.

Béjart se centró sobre todo en la relación de Nietzsche con la danza y con el cuerpo. ?En Zaratustra la palabra danza aparece 64 veces, y el concepto de ?superhombre? sólo diez. Como bailarín, lógicamente ese aspecto de Nietzsche fue el que más me interesó?, sostuvo Béjart.

Y así, en el centro de su obra está el tema de la danza como forma suprema de autosuperación y afirmación vital. La danza supera el dualismo entre lo bueno y lo malo, así como las fronteras del discurso racional.

Pero la obra no es sólo un homenaje a Nietzsche y a la danza, sino también un himno a Richard Wagner y Ludwig van Beethoven. Porque Nietzsche, que era amigo de Wagner, alababa el arte, sobre todo la música, como camino de la filosofía.

Al comienzo de la obra, Nietzsche, al que Béjart representa como un pensador con aire estudiantil y gafas de níquel, aparece sobre el escenario y anuncia: ?Declaro a Wagner el mayor benefactor de mi vida?. La coreografía consiste en una sucesión de diez piezas, en las que Béjart combina música, danza y textos hablados, sin sobrecargar la escena.

Los versos y las citas de Nietzsche sirven en general como introducción a los números de danza, que Béjart titula como Violencia, Risa y Pasión, Los Cuatro Elementos o El Retorno Eterno.

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