Las lluvias del satélite saturnino no son de agua sino de metano líquido, elemento que predomina en Titán y donde juega un papel central en la configuración de sus fenómenos hidrológicos.
París, (EFE).- La sonda espacial Huygens, que hace una semana se convirtió en el primer instrumento humano en posarse en Titán, la mayor luna de Saturno, reveló que en ese astro se producen lluvias de metano líquido que han modelado su paisaje con canales y lagos, indicó la Agencia Espacial Europea (ESA).
"Hemos obtenido resultados extraordinarios, los datos que nos ha enviado Huygens son apasionantes. Y sólo estamos en el principio, porque sus informaciones nos van a ocupar durante años", afirmó el responsable de la misión, Jean-Pierre Lebreton, en una rueda de prensa en París en la que se presentaron las primeras conclusiones de las observaciones de la sonda europea.
Los científicos apenas han tenido tiempo de estudiar los datos captados por los seis instrumentos multifuncionales con los que estaba equipada Huygens, pero ya han sacado las primeras conclusiones que permiten conocer un poco mejor el segundo mayor satélite natural del sistema solar, situado a mil 200 millones de kilómetros de la Tierra.
Lo que se encontró Huygens en sus 150 kilómetros de descenso hacia la superficie del satélite no es muy diferente de lo que los científicos esperaban: una atmósfera formada esencialmente por nitrógeno y metano.
La mayor sorpresa fue descubrir que había llovido poco antes de que la sonda se posara, lo que demostró que ese fenómeno tan típico de la Tierra también se produce en Titán.
Pero las lluvias del satélite saturnino no son de agua sino de metano líquido, elemento que predomina en Titán y donde juega un papel central en la configuración de sus fenómenos hidrológicos.
Al condensarse, el metano provoca lluvias que habrían formado los canales y lagos que aparecen en las fotos enviadas por la sonda.
Los investigadores aseguraron que fue "una suerte" que Huygens cayera en la frontera entre las zonas oscuras del planeta, testigos de una reciente presencia de líquido, y otras más claras.
Según Tomasko, tanto los canales como los lagos estarían secos y sólo albergarían líquido en los momentos posteriores a su precipitación, para luego filtrarlo al interior del planeta, dejando en la superficie restos de materia orgánica.
Lo que por el momento parece más misterioso es "el proceso de renovación del metano", según explicó Toby Owen, encargado del estudio de la atmósfera de Titán a partir de los datos recogidos en el descenso de la sonda.
Si el líquido predominante es metano, las rocas de Titán son de agua congelada mezclada con otros elementos y tendrían una gran resistencia gracias a las bajas temperaturas del planeta, de 170 grados bajo cero.
También hay signos de actividad volcánica, aunque en lugar de lava, Titán habría escupido agua helada y amoniaco.
En cuanto a la composición del suelo en el que cayó Huygens, los científicos apuntan a que se trata de un material arenoso, formado por depósitos de partículas de hidrocarburos de origen atmosférico.
Huygens emprendió su viaje hacia Titán hace más de siete años, a bordo de la nave estadounidense Cassini, construida por la NASA.