Amigos del occiso alegan ante la policía que fue suicidio, pero son descubiertos al contradecirse
El Siglo de Durango
Felipe de Jesús Piedra Rivera fue confundido con un cocono y murió de certero escopetazo que le disparó su compañero de cacería Antonio González Esquivel durante una cacería tradicional donde buscaban la cena de año nuevo, pero se convirtió en tragedia.
Eran cuatro amigos los que se internaron en el campo de caza para buscar aves. Antonio González Esquivel, de 66 años, Felipe de Jesús Piedra Rivera, de 34 años de edad y dos acompañantes más.
Los trágicos hechos que dan origen a esta información ocurrieron en el poblado Pilar Zaragoza, en el municipio de Poanas, cuando Felipe de Jesús, Antonio, acompañados de Martín González Quiroz, de 42 años, y Martín Castañeda Arroyo, de 38, se fueron a cazar cóconos para la cena de Año Nuevo.
La madrugada de ayer se dieron cita en un paraje cercano al poblado antes mencionado, precisamente al despuntar el alba y para iniciar su deporte favorito, buscaron sitios estratégicos para sorprender sus presas.
Sin embargo, ninguno se percató en qué lugar había quedado cada uno de ellos, por lo que minutos después de haberse ubicado en un sitio determinado, Antonio escuchó movimientos en determinada dirección, apuntó su arma hacia una silueta que alcanzó a distinguir en la aún obscura madrugada y accionó su escopeta calibre 16 porque presuntamente había descubierto un buen cócono para la cena.
Una vez hecho el disparo, fue a ver el estado de la supuesta presa pero quedó sorprendido al encontrar el cuerpo inerte de su amigo Felipe, por lo que pidió ayuda a sus acompañantes. Todo fue inútil, su compañero de cacería había muerto por fuego amigo.
Al ver la gravedad del asunto y el trauma que les ocasionó, se pusieron de acuerdo para decir a los familiares y a las autoridades que su camarada se había suicidado. Eso fue lo que argumentaron.
Sin embargo, el susto y el miedo al ser sorprendidos por las autoridades los hizo caer en varias contradicciones que de inmediato fueron captadas por el agente del Ministerio Público encargado de las investigaciones.
Al notar que habían sido descubiertos, Antonio confesó que había disparado contra su amigo, y explicó que la situación había sido por confusión, que habían inventado el suicidio para no resultar perjudicado.
El sexagenario narró que repentinamente observó que se movían los matorrales que estaban a corta distancia de donde él se encontraba, por lo que al vislumbrar una posible presa, sin pensarlo, simplemente disparó, quedando sorprendido cuando vio que se trataba de su amigo.
Las autoridades provocaron, por las contradicciones, la confesión de los tres individuos, por lo que al coincidir con los hechos se pudo esclarecer el homicidio imprudencial de Felipe.
Lesionado por arma blanca
La tarde de este jueves ingresó al Hospital General de esta ciudad Omar Carrillo Guevara, de 25 años de edad, al apreciarle dos heridas de arma blanca en la región submentoniana y en la nuca.
Estas heridas se las ocasionó un sujeto de nombre Jesús, apodado ?El Chero?, quien tiene su domicilio en la calle Sebastián Lerdo de Tejada 708 de la colonia Morga y el cual se dio a la fuga.
Los hechos ocurrieron cuando Omar se encontró a Jesús y le empezó a reclamar sobre un gallo de pelea que éste le había robado, y en un momento dado el agresor sacó de entre sus ropas una navaja con la que le ocasionó las lesiones antes mencionadas.