En esta temporada televisiva en EU la cosecha latina se triplica; buscan reflejar una sociedad multicultural.
EFE
LOS ÁNGELES, EU.- Los dibujitos de Dora the Explorer o los atrevimientos sexuales de Desperate Housewives buscan lo mismo: reflejar en la pequeña pantalla una sociedad multicultural y de paso atraer el poder adquisitivo de los hispanos.
Los ejemplos son cada vez más numerosos. Junto a la Dora morena y de ojos marrones que enseña español a los pequeños o la explosiva Eva Longoria que en Desperate Housewives ha hecho hueco a los hispanos en las tribulaciones de Wisteria Lane, durante esta temporada televisiva la cosecha latina se triplica.
El programa Go, Diego, Go! continúa el ejemplo de Dora mientras que Freddie Prinze Jr. protagoniza la nueva serie que lleva su nombre en la que su abuela puertorriqueña hablará sólo español.
Además está South Beach , la serie producida por Jennifer López que transcurre en Miami y quiere reflejar la identidad hispana de esta zona con más énfasis que las pinceladas de C.S.I: Miami .
Hasta George López, el humorista hispano capaz de hacer con la serie que lleva su nombre algo similar a lo que logró The Cosby Show para la comunidad negra, se apunta un nuevo tanto en su cuarta temporada dispuesto a hablar más en español y con el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villarraigosa, como invitado en el programa.
?Mi deseo es el de reflejar la sociedad en la que vivimos y cada vez más es una comunidad multicultural en la que la diversidad salta a la vista?, confesó el presidente de la división de espectáculos de la cadena de televisión ABC, Stephen McPherson.
Esta cadena es la que hoy día lleva la delantera a la hora de reflejar en la TV una diversidad que incluye los 41 millones de hispanos que residen en EU, la minoría más numerosa del país.
ABC también será la primera cadena de televisión nacional en inglés que ofrecerá su programación de mayor audiencia en español en una combinación de subtítulos y doblaje.
Lo que McPherson calla es que existe una motivación menos altruista que ser el reflejo de una sociedad cambiante.
En la actualidad, el poder adquisitivo de la comunidad hispana es de 700 mil millones de dólares al año, una cantidad nada desdeñable para los anunciantes de los que tanto depende la televisión.
El pastel es más apetecible ante los análisis de mercado que muestran que los hispanos son los consumidores de más rápido crecimiento y que en su composición el 34 por ciento tiene menos de 18 años, el público más buscado por ser el que más consume.
Además, el éxito sostenido y en aumento de la cadena hispana Univision ha llamado la atención de la industria televisiva, la misma que durante años tomó esta emisora como un fenómeno marginal y dirigido a un sector limitado de la población estadounidense.
La televisión estadounidense quiere un trozo de ese pastel hispano que Univisión parece poseer en propiedad y para ello está dispuesto a hacer lo que sea, incluso aprender español.
?Un buen programa es un buen programa, no importa el idioma?, asegura McPherson.
El plan a seguir incluye una mayor presencia de hispanos tanto delante como detrás de las cámaras, un mayor uso del español en antena y la creación de nuevos programas como el de George López, vinculados en su esencia a esta comunidad.
?Todo lleva tiempo y siempre podemos hacer más?, se disculpa pero como el resto de las cadenas no parece que esté dispuesto a soltar a la presa.
Incluso está en su cabeza la integración cultural estudiando cuál sería la forma de adaptar a su cadena ?anglo? los ?culebrones? propios de la televisión hispana.
?Sería muy interesante pensar en otro tipo de programas?, dice.
Al menos siempre y cuando el gran público responda a los avances de la pequeña pantalla de reflejar la diversidad. O lo que es lo mismo, siempre y cuando resulte rentable.
Industria tangencial
El hecho de que Eva Longoria fuera la única de las protagonistas de Desperate Housewives sin candidatura al Emmy puede parecer una anécdota, pero dentro de la comunidad hispana se vio como una muestra más de que en la industria su presencia sigue siendo tangencial.
?Fue un error grande y bastante estúpido porque se lo merecía, pero puede depender de tantos factores que no creo que tenga que ver con su orígenes hispanos?, señaló el presidente de la división de espectáculos de la cadena de televisión ABC, Stephen McPherson.