EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- El festejo del Día de las Madres no pudo ser mejor, luego de nueve años once días sin atender de manera diaria a sus hijos y sin haber asistido al entierro de su padre, Laura Leticia Reza Rentería, salió del Centro de Readaptación Social (Cereso) dentro de las preliberaciones que otorga el Gobierno del Estado.
En una ceremonia en la que estuvieron presentes todos los internos, Laura contemplaba su libertad. Detrás de ella estaba su madre, quien la acompañó en uno de los pocos momentos felices que tuvo dentro del penal.
Ella es una mujer que tiene 32 años de edad. Ingresó el 27 de abril de 1996, por el delito de robo a casa habitación. El juez le había dictado tres sentencias que en total le daban 24 años en la cárcel.
Pero al final sólo tenía que cumplir la mitad. Sin embargo, su buen comportamiento y la dedicación que empleaba en cada una de las actividades, la hicieron acreedora a uno de los 30 beneficios que se otorgaron ayer.
Laura es madre de tres hijos, todos hombres: Abdiel Alberto, de 17 años, Eder Francisco, de 16, y Luis Fernando, de diez, todos con los apellidos Encino Reza. A su alrededor, Laura mira todo con felicidad y tranquilidad.
Sólo tenía que esperar unos minutos para dejar la cárcel. Decenas de internos miraban de manera desconcertada la inminente salida de sus compañeros, con la esperanza de que algún día ellos fuesen agraciados.
?Me siento muy feliz, después de mucho tiempo voy a volver a mi casa, con mi familia. El domingo cumple años mi mamá y vamos hacer una fiesta. Saliendo de aquí festejaremos el Día de las Madres como hace años no lo hacía?.
Laura no puede esconder una tristeza enorme que la embarga. En 1997, un año apneas de haber ingresado al Cereso, su padre, Rafael Reza, murió a consecuencia de cirrosis sin que ella pudiera salir para darle el último adiós.
Al fin, luego de una espera, Laura salió alrededor de las 12:00 horas. En su encuentro, sus hijos la abrazaron y besaron. Aseguró que nunca más volverá a delinquir porque ya aprendió a valorarse y a pasar más tiempo con sus hijos.
La felicidad tras las rejas...
Leticia es feliz cargando a su pequeña Marlen de un mes y una semana de vida. La niña le aminora su pesar. El encierro no es grato; su bebé nació tras las rejas. La joven madre de 27 años anhela el día en que recuperará su libertad.
Delgada, de piel blanca, baja estatura, cabello largo decolorado, Leticia Blanco Corrales está por cumplir tres meses y medio en el Centro de Readaptación Social (Cereso) número dos de Gómez Palacio. Está acusada de un delito contra la salud, en su modalidad de posesión de droga.
Cargando a su inquieta bebé, Leticia cuenta que el festejo del Día de las Madres estuvo concurrido, ?comimos pastel y ensalada?. El evento masivo se realizó el domingo para los internos y sus madres y el lunes para las mujeres y sus familias.
Leticia cede su tiempo cerca de las 13:00 horas. Espera a su familia, la van a visitar sus hijos David de ocho años, Nancy de seis años y Alberto Ulises de un año cinco meses. Sólo Marlen vive con ella en la prisión.
Sobre los motivos que llevaron a Leticia a ser detenida y recluida en el penal, prefiere guardar silencio, dice que adentro extraña mucho a sus hijos, y espera que pase el tiempo pronto para reunirse con ellos en su hogar.
La joven madre fue detenida por agentes de la Policía Preventiva el 24 de enero del presente año, en una supuesta acción de compra-venta de marihuana en la colonia Doroteo Arango. Leticia realizaba la actividad embarazada. Vecinos del lugar dicen que un hombre la obligaba a vender la droga.
El director del Cereso, Gerardo Lara Pérez, informa que en el sector femenil del Cereso hay en promedio 50 internas. El 90 por ciento se encuentra como Leticia, recluida por delitos contra la salud. La edad promedio de las mujeres es de 30 años, algunas son fuereñas.
En promedio, por los delitos federales que comenten las mujeres, las sancionan de siete a diez años de prisión. El pasado 15 de abril, siete mujeres recuperaron su libertad anticipada por delitos contra la salud, la mayoría tenía seis años cumplidos, y se beneficiaron por sus estudios y buena conducta.
Actualmente sólo Leticia y otra compañera tienen a sus hijos en el penal. Las reglas indician que los menores pueden estar con su madre hasta los seis años, es decir hasta su edad para ingresar a la primaria.
Algunas mujeres retienen a sus hijos hasta la edad límite, Leticia prefiere que estén fuera como Alberto Ulises, ?Ahorita está conmigo porque la niña está chiquita, pero luego es mejor que no estén aquí?.
La pequeña Marlen está más inquieta, su boca busca alimento, sin interrumpir la entrevista su madre la atiende y sacia su hambre, ?Aquí uno piensa muchas cosas, cosas que no debió hacer, sólo espero pronto estar libre?, dice Leticia.