Brighton (R.Unido), (EFE).- El Gobierno británico prohibirá la "comida basura" en las escuelas del Reino Unido después de que un conocido "chef" denunciara en una serie de televisión la mala nutrición que se da a los niños.
Así lo anunció durante el congreso del partido Laborista la ministra de Educación, Ruth Kelly, quien precisó que la medida entrará en vigor a partir de septiembre de 2006.
La comida que se da a los escolares británicos es tema de debate en este país desde que el popular cocinero Jamie Oliver, propietario del restaurante Fifteen en Londres, denunciara la dieta alta en sal, grasas y azúcares a que se somete a los niños.
Desde la privatización de los servicios de comedor de las escuelas públicas han proliferado en el Reino Unido menús compuestos de hamburguesas, patatas fritas, bocaditos de pollo rebozado y demás alimentos de estilo estadounidense.
La serie televisiva "Jamie's school dinners", en la que el joven "chef" demostró que los niños prefieren una dieta sana si está bien cocinada y es apetitosa, reveló la existencia de la "comida basura", contra la que se desató la ira de los padres y de la prensa británica.
En respuesta, el Gobierno se vio obligado a crear una comisión de revisión de los estándares alimenticios que la semana próxima hará públicas unas directrices para la dieta infantil en los colegios.
También como reacción a esa serie, el ministerio de Educación anunció un aumento del presupuesto destinado a cada menú infantil, hasta unos 75 euros al día por escolar.
En su discurso en el centro de congresos de Brighton (sureste de Inglaterra), Kelly subrayó que "el escándalo de la 'comida basura' en las escuelas debe acabar".
Agregó que se eliminarán de los menús y las máquinas expendedoras alimentos procesados hechos de derivados de carne, bolsas de patatas fritas, chocolatinas y los refrescos azucarados, entre otras cosas.
