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Los alcaldes/Nuestro concepto

La política tiene niveles. La distancia entre diferentes actores es mucha, aunque sólo los separen unos cuantos kilómetros, así lo deja al descubierto la serie titulada: La Visión desde el Poder, que fuera publicada a lo largo de esta semana y que culmina hoy en El Siglo de Torreón.

Mientras que los alcaldes de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo muestran más oficio político, los presidentes de los llamados municipios satélites de Coahuila ofrecen un panorama pobre en cuanto a proyectos e ideas, para llevar el desarrollo a sus comunidades.

Las necesidades en Francisco I. Madero son muchas, así lo denuncian sus habitantes. En dos años de gestión de José Luis Marrufo, las obras brillan por su ausencia y el fantasma de un juicio político ronda los pasillos de la Presidencia Municipal. Las irregularidades han sido muchas y el Congreso del Estado ya las analiza. Sin embargo, ante este panorama el alcalde dice que todo está bien y todo es felicidad. Su estrategia para atraer inversiones: colocar un arco a la entrada de Madero.

Por su parte, Felipe Medina Cervantes, alcalde de Matamoros, que se ha caracterizado por tener una gestión controvertida debido a la venta clandestina de alcohol, gastos sin comprobar y rastros ilegales, sólo atina a responder ante los cuestionamientos que sus enemigos “lo quieren ver muerto”. Así pues padece la enfermedad de Andrés Manuel López Obrador, todo es complot. Su estrategia para lograr el desarrollo, es que Torreón crezca a niveles alarmantes para que así la gente y las empresas no tengan más opción que irse a Matamoros. Este plan lo tramó el alcalde desde su primer año de gestión, a punto de terminar su administración la apuesta es la misma.

Y Emilio Bichara Marcos se cuece aparte. Sin militancia definida, su estrategia es alabar por igual a Enrique Martínez que a López Obrador, ofreciendo su partido a Humberto Moreira para que compita por la gubernatura. Un proyecto para el Municipio tampoco existe, sólo la pasión por colocarse donde se pueda cobrar en la sagrada nómina. Sin importar credos, ni ideologías.

Son muchas las necesidades y carencias que sufren día a día los habitantes de los “municipios satélites”, donde el retraso es evidente y sus ediles no parecen interesados en cumplir las expectativas que de ellos se crearon los ciudadanos al llevarlos al poder. En septiembre habrán de celebrarse elecciones en Coahuila, la sociedad civil tendrá la oportunidad de elegir nuevos alcaldes. El voto debe meditarse para llevar al poder a personas comprometidas con sus municipios y cuyo interés no sea sólo el económico.

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