La instalación de casinos es un hecho que se está dando en La Laguna. ¿Realmente será un atractivo para el turismo? ¿Será benéfico para La Laguna? Esos cuestionamientos se hacen los laguneros, ¿hasta qué grado puede beneficiar a las poblaciones de la Comarca Lagunera? En primer lugar el único beneficio es la creación de algunas decenas de empleos que no representan un repunte en la economía para las poblaciones, los beneficiarios serían los dueños de esos negocios en gran escala, poniendo en riesgo a personas de la clase trabajadora y de la clase media a ir a probar suerte en esos casinos arriesgando su salario y en otros casos los de mediana posición económica entrarían en la misma tentación.
Viéndolo como distracción controlada con responsabilidad no es tan malo, pero ir a jugar por necesidades económicas no es recomendable porque el trabajador trata de ganar, y ya “picado” le sigue y en otros casos quiere recuperar lo perdido; total que puede convertirse en vicio, o como dice el dicho: el que por necesidad juega por obligación pierde.
Hablando de niveles económicos saludables es otro cantar sobre todo en el turismo que llega a La Laguna, la rama hotelera también se beneficia, porque a decir verdad no tenemos atractivos turísticos importantes qué ofrecer, por esa razón los hoteleros ven con buenos ojos la instalación de casinos que podrían tener en sus propias instalaciones.
Por otro lado la Canacoto y la Coparmex rechazan la instalación de casinos porque pueden ser campo fértil para el “narco” y tiene repercusión social negativa, por eso les preocupa que no haya marcha atrás, en pocas palabras están en contra de los casinos porque no generan desarrollo, en ese sentido tienen toda la razón.
Aquí la culpa la tiene Gobernación por permitir la operación de casinos en la que tuvo que ver Santiago Creel aspirante a la candidatura por el PAN a la Presidencia de la Republica, que a los propios panistas les incomoda y prefieren dar su voto interno a Felipe Calderón para no pagar una factura electoral y puedan enderezar el barco ante los comicios de 2006.
Las autoridades municipales tienen que ser muy cautelosas a los permisos que corresponde al Municipio y si hay oposición de la comunidad es un arma de dos filos, que se tiene que valorar porque lo ilegal en lo legal tiene sus consecuencias.
Hay que encontrar nuevas expectativas turísticas para La Laguna los gobiernos de las dos entidades tienen que promoverlo sobre todo el de Durango, porque el de Coahuila ya se va y el que viene no sabemos cómo va a pintar, usted amable lector tiene la palabra.
