Nunca se había visto en Coahuila una agitación pre-electoral de tal índole que haya estado a punto de desatar las más bajas pasiones, no, aclaro, entre los aspirantes, sino lo que es peor, a nivel de sus partidarios que fácilmente pudieron perder los estribos. Durante las últimas semanas se han venido barajando nombres a los que se coloca a veces arriba y en otras abajo. Las versiones van y vienen, descabelladas o creíbles. Hasta ahora se mencionan seis pretendientes que dicen estar dispuestos a registrarse para competir en la liza electoral. No se espera que ese número crezca. Un experto en rumores, que presume de confidente de alguno de los pretensos o aun de personajes en las más altas esferas políticas locales, convencido de estar enterado de dónde, cómo y a qué horas, menciona que la cosa, a estas alturas, ya está resuelta siguiéndose el modelo adoptado en el vecino Estado de Nuevo León, donde, a los que no resultaron agraciados con la silla de mando, para evitar fisuras en la estructura priista, se les entregó en charola de plata un premio de consolación
Si aquí me atrevo a contarlo en letras de molde no es porque crea en lo que me dijo este profesional del chisme, ya que bien puede ser producto de su fértil imaginación, lo hago con el único propósito de alertar a los que están atentos al desarrollo de estos acontecimientos. Es obvio que no respondo de su veracidad. A los que buscan ser nominados, prosiguió, se les hará un llamado a la disciplina partidista o lo que es lo mismo a que se prosternen ante el señor del gran poder. Ese vaticinio que contempla el surgimiento de un candidato único, es susceptible de variar, según se vayan dando los acontecimientos, pero en lo que nadie tiene duda es en que los hilos que controlan el evento se encuentran en un solo puño. Podría, agregó el deslenguado tunante, darse alguna sorpresa de última hora, lo que es estimado como un imponderable que, llegado el momento, se puede superar. Lo que son las cosas, añadió con tono zumbón, en Coahuila se dice que un candidato de unidad evitaría la fractura del partido, en tanto a nivel nacional, para escoger el candidato a Presidente de la República, se afirma lo contrario, esto es, que lo procedente es una elección abierta ya que de lo contrario habría un riesgo real de ruptura en el PRI. A los ciudadanos les satisface ser testigos de competencias democráticas auténticas, señaló uno de los conocidos miembros de Unidad Democrática conocido como Tucom.
Ya encarrilado en una facundia incontenible, el autor del cotilleo, se atrevió a expresar que ninguno de los dos precandidatos, oriundos de la Comarca Lagunera tenía las menores posibilidades de acceder a la candidatura, por que no eran aceptables para los que se sienten propietarios del palenque político. A lo que me atreví a oponer que esas rencillas del pasado en que imperaba un regionalismo reacio y protervo han quedado superadas, la única verdad, argumenté, es que para el PRI coahuilense no existe ese torpe divisionismo ya que lo importante no es la región sino el candidato. Cualquiera de los seis son destacados políticos coahuilenses que darán lo mejor de sí mismos para su partido. Sí, replicó el lenguaraz metiche, que se las da de analista político, lo notable es que se les invitó a participar en un juego en que los dados han estado cargados desde el principio para favorecer a uno de ellos, el preferido de los que de siempre se han sentido dueños de Coahuila..
No lo creo, le reviré, es la mentira más tonta que he oído. Los participantes son gente seria que no se prestaría a esos embelecos a que tan aficionados son los que manejan el poder. Los que compiten en el proceso interno son políticos de cepa que no serían capaces de prestarse a figurar como comparsas. Aun en estos tiempo hay un sentido de honor personal. Los vientos que soplan en esta época indican que cada uno de los seis involucrados estaría convencido a que se llegue hasta las últimas consecuencias en el proceso. Esperará con la tranquilidad de conciencia, de quien sabe que está cumpliendo con un deber cívico, a que se lance la convocatoria. Ahí está el quid del asunto, comentó triunfal, interrumpiendo mi exposición, precisamente en la convocatoria. Se pretende que antes que se haga el llamado a los priistas coahuilenses, cinco hayan sido obligados a sumarse a uno solo. En esta vida todos tenemos un precio, señaló contundente. Habrá candidato de unidad, créalo o no milic., pésele a quien le pese. Tal dijo, mientras de un trago terminaba el contenido de su vaso, retirándose presto, sin hacer el más mínimo ademán de cubrir el importe de su consumo.