EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Los verdaderos delincuentes son los agentes aduanales que permiten el ingreso ilegal de vehículos al país, no los trabajadores o campesinos que con muchos sacrificios adquieren una camioneta o carro ?chueco? para desarrollar sus labores, declara Jesús Martínez Domínguez, coordinador de la Organización Nacional para la Protección del Patrimonio Familiar (Onappafa) en esta ciudad.
En relación a la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de señalar como delito el utilizar un vehículo de procedencia extranjera, Martínez Domínguez destaca que ha generado incertidumbre entre los miles de agremiados.
?Las autoridades están calificando de delincuentes a profesores que por no poder comprar un auto nuevo adquieren uno de procedencia extranjera para trasladarse a sus escuelas, pero también señalan como delincuentes a los campesinos que compran una camionetita para su trabajo, a muchas amas de casa y a miles de trabajadores más?, dice el dirigente.
Tal parece, añade, que el Gobierno Federal ha endurecido la línea contra la gente que por no contar con recursos suficientes para comprar un vehículo mexicano, adquieren uno de procedencia extranjera, cuando ellos no tienen la culpa de que los empleados del servicio público federal los dejen pasar por las garitas.
Por otro lado, refiere, las agencias de autos nuevos y seminuevos dicen que hay muchas facilidades para comprar un carro, pero si el cliente se atrasa con los pagos, le quitan el vehículo.
La realidad, añade, es que los autos mexicanos nuevos siguen siendo caros y endeudan por varios años a los compradores, que prefieren arriesgarse con un ?chueco?, ante la imperiosa necesidad de utilizarlo, porque ya no es un lujo.
Los dueños de autos ?chuecos?, enfatiza, quieren estar en la legalidad, pagar el importe de la regularización y contar con placas, lo cual beneficiaría también al Gobierno con mayores recursos económicos.